Logo in Spanish

28 agosto 2007

Contribuyente cuentapropista defraudado

Contribuyente cuentapropista defraudado

Para poder pensar por cuenta propia, sin claudicar frente a los dogmas mesiánicos o rendirse ante el autoritarismo prepotente es necesario contar con información sobre los niveles, los ritmos y las relaciones entre los diferentes fenómenos naturales, económicos y sociales que son los ladrillos con los que se arman las proyecciones y las metas hacia donde se quiere dirigir el conjunto de la sociedad. Por eso importa tanto un sistema estadístico público independiente que proporcione a todos los ciudadanos los datos que permitan alimentar el pensamiento crítico, sostener las opiniones y elaborar el consenso.

Es muy grave lo que ha ocurrido en el INDEC. Ese organismo era un Instituto que durante décadas fuimos construyendo los argentinos. ¡Si, nosotros…entre todos!. , Con todas sus fortalezas y debilidades, cualidades e imperfecciones, no fueron ni el Gral. Frío, ni el Dr. Calor, ni la inquieta Senadora Humedad, ni tampoco el silencioso Diputado Otoño y mucho menos el Secretario Oscuro, los que hicieron esa obra

¿Por qué es de todos nosotros?. Porque durante años y años, las familias, las personas, los comercios, los profesionales, los mismos gobiernos, aportaron datos y más datos, con los censos, las encuestas, los registros, que se fueron atesorando en las bóvedas digitales de los bancos de datos del INDEC. Provincias y municipalidades contribuyeron con sus propios valores. El país entero contribuyó a la formación de esas reservas intangibles, de un valor que resiste aún el cotejo con los saldos dorados o verdes del Banco Central. Porque sencillamente, son irreproducibles.

¿Y como se pudo hacer eso? Simplemente porque a lo largo de los años se fue afianzando un vinculo de confianza en el uso discreto y respetuoso de los datos por parte del INDEC, que demostró en reiteradas oportunidades, que era un celoso custodio de la privacidad de sus informantes, la que se guardaba tras la muralla protectora del secreto estadístico.

Porque el informante no es un participe frívolo en un proceso que le es ajeno, sino un protagonista central del éxito o del fracaso de la Estadística, y la Estadística es el garante necesario de la salud de la Democracia.

Sin ese precioso capital, resulta que solamente algunos califican como aptos para opinar en la formulación de los proyectos y entonces el votante queda convertido en un autómata destinado a apostar  su voto, sobre formulas abstrusas e inexplicables, fuera de su comprensión.

Y así, el emotivo espectáculo de las muchedumbres que marchan, armadas solo con su identidad, hacia el comicio, se convierte en una burda parodia, vacía de contenido y cautiva de algún caudillo, pero sobre todo, ausente de esperanza.

 

Dr. Hugo Oscar AMBROSI

hambrosi@gmail.com

Cel: 11 1552209167

 

Visitas

Búsqueda

Google

Mapa de visitantes

Myspace Map

Clima... más estadística