Señor Director:
Este texto excede la extensión prevista para una carta de lectores. Confío en que quien lo reciba sea cortés y lo derive a quien pueda considerar la oportunidad de publicarlo en otro carácter, reconociendo la importancia que Rosario tiene como referente nacional en materia de pensamiento y producción estadística. Muchas gracias.
Sobre hombros de gigantes
A comienzos de este año se han producido algunos hechos en el mundo de las estadísticas oficiales que todavía continúan concitando la atención preocupada de la sociedad. Las opiniones son coincidentes en que es una situación sumamente grave, que afecta seriamente no solo a la economía que se ve privada de uno de sus índices más relevantes, sino que su influencia se proyecta sobre la misma dinámica de la convivencia social, al destruir la credibilidad y consecuentemente, erosionar la confianza pública, quitándole el necesario apoyo de la información puesta en común.
Pero esa es la situación coyuntural, importante sin duda porque es el presente, pero insertada en una larga sucesión de hechos que determinan la dirección del devenir histórico. Y precisamente cuando se repite el reclamo de convocar a “notables” o recurrir a “expertos extranjeros” parece oportuno recordar que la inteligencia nacional ha sabido hacerse cargo reiteradamente de los problemas y necesidades en el campo de la estadística, lo que ha sido reconocido por propios y extraños.
La provincia de Santa Fe ha sido escenario de dos acontecimientos enormes, llevados a cabo por dos hombres excepcionales. En 1862 se había dispuesto la creación de una oficina de estadística y la realización de un Censo de la provincia. Veinticinco años después, Gabriel Carrasco lo cargó literalmente sobre sus espaldas y lo llevó adelante como Comisario General, recorriendo durante más de un año la provincia. Ese esfuerzo culminó los días 6, 7 y 8 de junio de 1887. No fue una obra menor, sino plenamente equivalente en lo conceptual y metodológico, al Censo Nacional dispuesto durante la presidencia de Mitre y relevado en 1869 y el posterior de 1895. Hoy constituye una fuente insoslayable de la historia de nuestra provincia y de su poblamiento. Hace pocos días se cumplió el 120 aniversario de esa epopeya civil y es de plena justicia honrar el recuerdo de la figura de Gabriel Carrasco.
Hacia mediados del siglo XX, cuando en el mundo se expandía la necesidad creciente de información en sociedades cada vez más complejas en lo económico y social y al mismo tiempo paulatinamente más interconectadas, la Facultad de Ciencias Económicas de
En el inolvidable Instituto de Estadística, se hizo el trabajo fundacional de la estadística nacional ya que sus egresados se dispersaron, tanto dentro como fuera del país, ocupando puestos en la producción estadística y en los institutos de enseñanza.
Sin embargo nunca llegó un egresado de esta carrera a dirigir el INDEC, lo cual no deja de llamar la atención, aunque si muchos ocuparon y ocupan altos cargos en ese organismo.
Creo que deberíamos dejar que el brillo de la obra enorme de Carrasco y de Dieulefait ilumine el camino a seguir, en el desarrollo de la estadística como parte inseparable de la democracia republicana, en la que mientras la política señala cómo deben ser las cosas, la estadística dice cómo son.
Tengamos memoria, honrando a nuestros héroes civiles, dedicando este año a Gabriel Carrasco, Director del Primer Censo General de
Seamos creativos, en la búsqueda de soluciones patrióticas de los problemas actuales, aprovechando la ventaja de que nuestra mirada se pueda levantar desde la altura de los hombros de tan eminentes predecesores.
Dr. Hugo Oscar Ambrosi, Estadístico
Ex Director del Instituto Provincial de Estadística y Censos
Miembro del Instituto Interamericano de Estadística
Ex Profesor Titular en las Universidades de Rosario y del Litoral