Logo in Spanish

17 noviembre 2021

Acciones urgentes

Termina el año 2021 y enfrentamos inéditos desafíos al mismo tiempo que están a nuestro alcance métodos y recursos que ponen a disposición de la humanidad capacidades insospechadas hace pocos años.
 En ese escenario nuestro país enfrenta al mismo tiempo grandes problemas en el orden social, económico y político. 
 Resulta obvio qué para hacernos cargo de nuestro destino en el sendero que recorre la humanidad debemos poner especial atención en la elección de las herramientas más adecuadas para hacer frente a los desafíos emergentes.
Podemos destacar en ese proceso de aprendizaje y resolución de problemas la importancia crucial que tiene la información cómo la vía para describir los hechos y procesos que impulsan las transformaciones en curso y las venideras.
La descripción de la realidad nos conduce a una representación de la misma. Sin embargo esa representación puede ser diferente según el ángulo o el punto de vista bajo el cual es producida y seleccionada. Paulatinamente se ha ido afianzando el reconocimiento del aspecto relativo de las mediciones. Como una resonancia de la admonición de Niestzche cuando sentenció.
No existen los hechos, sólo hay interpretaciones
Así la imagen positivista de “los datos hablan por sí mismos” se ha transformado en los datos como centro de una conversación cuyos participantes responden a diferentes intereses, credos, preferencias y valores, 
En consecuencia, los indicadores son objetos fronterizos qué necesitan ser animados por el espíritu de los interesados en ellos, de tal manera qué los marcos de referencia se articulen armónicamente. Entonces, una negociación inteligente, permite trazar una delimitación del alcance y significado, una representación compartida, tal que haga posible decidir acciones aceptables y convenientes para las distintas partes involucradas.
 Para que lo anterior pueda llevarse a cabo es necesario establecer condiciones sobre la información, fuente de los mencionados indicadores, 
Es preciso tener en cuenta especialmente los metadata de la misma,. para expresar las bases del proceso de producción estadística, Más allá de las cuestiones estrictamente técnicas requiere tomar conciencia de qué en la base de la producción de las estadísticas ya sean públicas o privadas, hay un acuerdo sobre qué, cómo, cuándo y dónde.alguien mide. Eso fue dicho en forma sintética por Alain Desrossieres , quien afirmó que “la estadística no es una fórmula, es un convenio”. 
Ese convenio se sostiene merced a la confianza que necesariamente debe vincular a los participantes, que suscriben el acuerdo.  
Así lo reconoció la autoridad estadística inglesa cuándo a fines de los 90 reorganizó el sistema estadístico, señalando qué estadística era una cuestión de confianza.
Frentea la necesidad de un sistema qué se sostenga con un entramado de acuerdos, en el diseño es necesario contar con la activa participación de los usuarios, o sea comunidad intérprete de la información, de modo que dicho entramado sea el soporte de la producción estadística y que al mismo tiempo qué elabora los resultados produzca una lista de invitados a la conversación sobre la confiabilidad, la validez, el significado y el sentido de los datos reunidos. 
Los ejes del sistema capaz de llevar a cabo la tarea mencionada se plantean y desarrollan en mi texto la República de los datos . 
Teniendo en cuenta La fragilidad del Sistema Nacional de estadística evidenciada entre 2007 y 2015, parece oportuno pensar que en esta etapa de nuestra vida institucional sería útil abrir un espacio de discusión sobre cómo debe ser y qué debe hacer el servicio nacional de estadística en particular, y el Sistema Nacional de Estadística en general, como integrador de lo público y lo privado, para que la información proporcione las bases de un debate productivo, en múltiples instancias, unidas bajo un mismo régimen de rigor argumentativo, sostenido en el uso inteligente de la evidencia.

10 noviembre 2021

La dualidad fecunda de la vida

 Sobre igualitarismo, discriminación y diferencias. 

Amor, pareja , sexo, matrimonio


El núcleo luminoso y central de la vida humana no es uno. Es binario. Se enciende con luz brillante, irradiando generosamente su contorno cuando el impulso de la especie se manifiesta en el misterio repetido e inagotable del eterno renacer, en el encuentro de la mujer y el hombre..

Las nupcias amorosas envuelven con ternura el futuro de la vida. La tibieza del vientre y el vigor del abrazo, se conjugan en la recreación del mundo, noche a noche, primavera a primavera..

Tal vez haya otros abrazos. Pero ninguno igual a este. Ninguno tiene la potencia de la semilla creadora de la vida. Ninguno es capaz de transmutar la poesía y la caricia, en un ruidoso pedacito de carne, que con su llegada se hace cargo del mundo y será el dueño de la mañana siguiente.

La mujer enaltecida en el amor. El hombre lanzado por el romance a la épica o a la lírica.

El hombre y la mujer. La consagración del misterio. El inacabable devenir, que fluye entre los pliegues de la razón absorta frente al poder del corazón desatado. Cuando no hay silogismos ni tablas ni ecuaciones, que puedan encerrar el poder mágico del misterio sin conjuro conocido. Cuando el ser de las cosas, es razón suficiente y no precisa argumentos positivos.

Misterio que eslabona generaciones desde el principio del mundo y cuya flecha apunta hacia el horizonte, donde lo diferente cabe en el otro, como un suave guante gamuzado.

El cuerpo es metáfora generosa de la entrega y de la espera, del amor que no es espejo, sino cristal de aumento que acerca a la galaxia cordial.

Diálogo íntimo, donde el sentido de la vida se manifiesta, y en cuyo vaivén la trascendencia desborda el racionalismo positivista y se levanta hasta las alturas de la fe.

Ella y yo somos distintos. Nosotros sabemos cuan distintos somos. Y esa es la riqueza de nuestra relación. Como en el Ying Yang, cada uno es uno y también es el otro. En medio de la forma blanca, hay un punto negro. Y también en medio de la forma negra, hay un punto blanco. Por eso se complementan armónicamente, en una danza espiralada.

Así, unidos por la diferencia, que eslabona con fuerza la unidad, elevamos nuestra oración al Principio Creador del Universo y no resignamos por eso nuestra humanidad plena, sino que reconocemos la enorme complejidad y grandeza de nuestra condición humana.

Buenos Aires, noviembre 10 de 2021

05 noviembre 2021

Vida

¿Dónde estará mi vida, la que pudo 
haber sido y no fue, la venturosa 
o la de triste horror, esa otra cosa 
que pudo ser la espada o el escudo
y que no fue? ¿Dónde estará el perdido 
antepasado persa o el noruego, 
dónde el azar de no quedarme ciego, 
dónde el ancla y el mar, dónde el olvido
de ser quien soy? ¿Dónde estará la pura 
noche que al rudo labrador confía 
el iletrado y laborioso día,
según lo quiere la literatura? 
Pienso también en esa compañera 
que me esperaba, y que tal vez me espera.

JORGE LUIS BORGES - Lo perdido

02 septiembre 2021

PROTOCOLO POLÍTICO

http://covidencasa.blogspot.com/2021/08/protocolo-para-los-politicos-en-campana.html

27 julio 2021

2021. 27 de julio. Un día del estadístico más, a 120 años del nacimiento de Carlos Dieulefait.



Como siempre es un momento propicio para el recuerdo, el balance y los proyectos.
En el recuerdo, el espíritu fundador de aquella precursora carrera de estadística, primera de habla hispana, qué evitó que la distancia con el mundo anglosajón se hiciera más ancha de lo que habitualmente sufrimos.
Ya hemos recordado muchas veces aquel esfuerzo gigantesco para sembrar en el desierto. Formar profesores, escribir y traducir libros, todo eso fue parte del ciclópeo  intento de poner Argentina a la altura del mundo.
Pasaron más de siete décadas de aquel momento fundacional. 
Dejo el balance del presente a cada uno, propios y ajenos, para que se puedan expresar todos los tonos, desde la fría racionalidad numérica de nuestra cultura profesional, hasta el énfasis visceral, de la pasión.
En lo personal expresé mi opinión hace poco tiempo en Ascenso y decadencia de los Estadísticos.
Tenemos un pasado épico, como nuestro propio pais y un presente en tono menor, con una identidad diluida y, en consecuencia, una notoria ausencia pública que refleja la falta de influencia social del pensamiento estadístico. 
La pérdida del compromiso social resulta especialmente alarmante en un momento en que las estadísticas públicas han alcanzado un gran desarrollo qué le da sustento a su puesta en valor en la vida social y política, como lo hace Alain Desrossieres que ha acuñado el nombre de "política de los grandes números".
Los planes de estudio de la carrera ha ido derivando en los últimos años a una estructura casi exclusivamente matemática, dirigida al análisis estadístico.
Se ha desatendido el complejo proceso de la producción de datos. Se da por hecho la existencia de las variables x, y, o z, ignorando los procesos de conteo o medición de los cuales emergen. 
Se desconoce que el momento analítico no es el momento cero del proceso, sin ver que la producción de datos es ese momento, como bien señalara Colin Mallows en su memorable artículo "The zeroth problem"
La era de la información ha estimulado el interés por los datos y al mismo tiempo las facilidades de procesamiento y comunicaciones proporcionan poderosas herramientas que permiten poner en práctica diversidad de modelos. Sorprende que la estadística haya perdido protagonismo en ese escenario,. Cuando en realidad es el robusto motor de la ciencia de los datos.
El presente estado de cosas nos desafía a romper la inercia y recuperar las ambiciones y escapar a la decadencia. 
Algunos sentimos la atracción de perseguir una utopía renovada, por el poder del pensamiento estadístico cómo guía insustituible en medio de la complejidad y la incertidumbre de nuestra época. 
Las ciencias Alfa son  las que atraviesan el campo de las otras, mediante reglas y recursos. La lógica y la matemática forman parte de ese grupo especial, y sus principios y fórmulas constituyen los primeros ejes organizadores del pensamiento. La estadística avanza un paso más adelante, porque sus teoremas están anclados y puestos a prueba por los datos. 
El mismo proceso seguido por Student, entretejiendo lo empírico con la reflexión, hasta encontrar la llave del pensamiento científico, qué nos permiten medir la fuerza de los argumentos qué sostienen las hipótesis.
La tremenda importancia del pensamiento estadístico va más allá de la diversidad y riqueza de métodos de diseño experimental y análisis, y lo convierte en un imprescindible factor de organización y desarrollo de un país. 
El nuestro, especialmente, atraviesa un momento crítico en su historia, que requiere el empleo de las mejores herramientas y de un serio compromiso patriótico.
Una nueva estadística cívica que contenga datos relevantes oportunos confiables y accesibles será un factor destacado en una organización democrática y republicana moderna, orientada al desarrollo equitativo.
Para ser posible esa estadística cívica es necesario fortalecer el ecosistema estadístico. Qué se entiende por ecosistema estadístico? El conjunto de actores internos y externos que configurar, alimentan, limitan y estimulan la producción de datos y el análisis de información. Además de los reconocidos participantes en el proceso estadístico, cómo los productores, los usuarios y los proveedores de datos, es necesario tener muy presente la importancia crítica de lograr que el desarrollo de una cultura estadística alcance a toda la sociedad. 
 Para alcanzar dicha cultura estadística es menester llevar a cabo un proceso intensivo de alfabetización estadística, con la misma determinación con que llevó a cabo Sarmiento la campaña educativa que coloco a Argentina en un lugar privilegiado por la educación de su gente.
Es el momento de llevar a la práctica el vaticinio de H. G.Wells cuando dijo "llegará el día en que saber estadística sera tan importante para el ciudadano cómo leer y escribir.
Saludos a mis colegas cordialmente en nuestro día y hago votos para qué Argentina pueda contar con un sistema estadístico moderno, adecuado para orientar su crecimiento y desarrollo.


29 junio 2021

El populismo es una quimera

El populismo es una quimera no solamente por el contenido ilusorio de su discurso, sino también por su configuración híbrida.

Su presencia y su acción han ido cubriendo todos los aspectos del país de un magma sofocante y destructivo qué hoy amenaza hundirnos definitivamente en la miseria y la desesperanza.

Como hemos llegado hasta este punto? ¿Cómo se alcanza tamaña degradación?

Aceptando un paternalismo dadivoso que poco a poco fue corroyendo la dignidad y la empatía, necesarios ingredientes de una sociedad republicana integrada por hombres libres. Bajo la bandera de una mítica justicia social fue instalando invisibles cadenas de dependencia.

El estado creció y fue refugio de una clase dirigente estéril y parasitaria. Por otro lado se fue anulando la capacidad personal de gestionar la propia vida, de ser agentes activos en la construcción del futuro..

Hace casi 100 años este abominable  proceso crece  y se acelera, en la misma medida que degrada a sus protagonistas en un declive decadente de vicios y pasiones.

Mientras tanto los hipotéticos beneficiarios claudican, renunciando a la libertad y, en consecuencia, a la dignidad,abdicando el trono  soberano de ciudadanos de una república, en el vano fuego fatuo de una redención trucha.y chabacana.

De esa manera la mitad de la población argentina ha quedado a merced de la cruel incertidumbre de un día a día poblado de necesidades básicas insatisfechas y despojado de cualquier futuro, de cualquier esperanza, de cualquier ilusión que se aparte del derrame qué un hermano grande perverso regula según sus mezquinos  intereses.

Vivimos en una pesadilla. Un sueño en el que se anulan arbitrariamente las leyes básicas sobre las que se apoya la convivencia republicana.

Esa convivencia republicana necesita que cada ciudadano actúe y se exprese soberanamente, con la misma autoridad y fuerza de voluntad con que un monarca dirige los destinos de un reino.

Si los ciudadanos delegan ese poder real, que está prorrateado entre todos, deja el camino libre a los aprovechadores, vivillos ventajeros, qué se proclaman representantes del pueblo dispuestos a aceptar la delegación de ese poder. Ese grupo termina ejerciendo el poder contra los mismos que se lo han entregado.

Así vemos hoy que el estado ha sido colonizado, qué ha sido puesto al  servicio de una casta, de una asociación, que se apropia de bienes y derechos, a la que la pandemia ha favorecido hasta grados insospechados.

¿Cómo salir de esta trampa?

En primer lugar, suprimiendo la pretendida delegación de poderes del ciudadano soberano, y volviendo a ejercer plenamente la ciudadanía.

¿Cómo? 

Inmediatamente, animando una conversación comprometida y leal a lo largo y a lo ancho del país.

Una conversación que nos sane de las falsas antinomias que se nos han impuesto. Una conversación en que cada uno contribuya con lo que tenga, con lo que pueda. Con la palabra o con la escucha.

Una conversación interesada en el otro, que expresa el respeto por el otro. Una conversación desde lo que tenemos en común, desde los valores que compartimos, con la convicción de que nadie gana  derrotando al otro. Sólo ganamos todos juntos, cuidando el tejido social, cuidando una relación amistosa permanente con el otro, que hace posible la negociación y el acuerdo.

                       

24 mayo 2021

El desencuentro entre política y economía

  

Aceptando el hecho de que los objetivos deben ir  acompañados por los instrumentos para alcanzarlos, queda clara la  importancia de reconocer que el diálogo y los acuerdos son la herramienta esencial para gobernar una  república democrática. 

Y mi humilde observación es que en ese punto precisamente está la dificultad. Una  dificultad que proviene de que se ha pervertido el lenguaje, se ha abandonado la práctica del  debate honesto y se ha ido cayendo en un clima crispado, donde las diversas ideas y opiniones  producen un coro desafinado y altisonante cuya esterilidad es evidente frente a los hechos. 

Si buscamos reducir la cadena de diversas circunstancias que han alimentado la  decadencia argentina, y queremos expresarla en una sola, primera y fundamental, la  incapacidad de conversar tiene muy fuertes razones para aspirar a ese triste podio. 

La retórica ha sido la herramienta propia de la democracia desde los griegos. Pero el  discurso político siempre estuvo amenazado por vicios y desviaciones, que han sido codificados  como falacias, surgidas enññ el fragor del debate, con el propósito de ganar, aun a costa de la  verdad, o de la dignidad del interlocutor, o de la misma inteligencia de los problemas. 

El antiguo arte de la retórica, se ha enriquecido en tiempos modernos, con el aporte que  hace la ciencia, al entendimiento y solución de los problemas. 

La ciencia moderna le ofrece una salida a la cuestión inductiva. El problema de la  generalización reconoce así, grados y confiabilidad, lo cual enriquece el debate con la introducción de la evidencia. Los datos, resultantes de la observación y medición de los hechos, vinculan estrechamente el pensamiento con la realidad. 

Pero nada de eso puede desarrollarse, si el mundo está pervertido por una colonia de  sofistas, esgrimistas de ambiciosas estratagemas para ganar. No para acercarse a la verdad, desde el debate, sino para correrla, desviando el tema, introduciendo cuestiones ajenas,  atacando al interlocutor y otras muchas formas de esquivar la confrontación de ideas. 

Justamente en momentos en que avanzaba en la terminación de este comentario, los  más altos mandatarios me ofrecieron sendos ejemplos de lo que no debe hacerse, de lo que no  sirve, salvo para propósitos espurios e inconfesables. El presidente calificó como imbéciles a los  opositores, acompañado en el vituperio por La Cámpora que sumó el epíteto de “pervertidos”.  

Por otro lado, en plena sesión del Senado la presidente del mismo, calificó de  “barrabravas” y “maleducados” a los Senadores de la oposición. 

De esa manera se crea una realidad alterada, una ficción agresiva dentro de la cual se  desarrolla un relato engañoso que, como por arte de magia, alumbra hechos inexistentes y los  convierte en creencias de la audiencia subyugada por el embrujo hipnótico de artimañas,  bravuconadas, promesas y simulaciones. Dicho en lenguaje llano, “les hacen el bocho”.

Junto con esa transformación, es necesario establecer un sistema de información  estadística, que ofrezca una representación, palpable, verificable y compartida, como ingrediente imprescindible de un proceso de argumentación inteligente y ordenado. 

Si no empezamos a conversar para entendernos, y para entender mejor la compleja realidad, es difícil imaginar que seamos capaces de diseñar los instrumentos necesarios para  alcanzar los objetivos que la recuperación de la Argentina necesita. 

Hugo Oscar Ambrosi 

Buenos Aires, abril de 2021

21 mayo 2021

CONTRA LA EVIDENCIA


La función de la crítica debería 

consistir en mostrar cómo es lo que es, incluso qué es lo que es, 

y no en mostrar qué significa.

A.Sontag. "Contra la interpretación"


La pandemia, y su correlato la cuarentena, producen los más diversos e inesperados efectos.

Entre ellos podemos observar en estas últimas semanas un vuelco del discurso en los medios, así como entre los profesionales y políticos involucrados, hacia el empleo reiterado insistentemente de términos como datos, evidencia, y tal vez lo más llamativo, una convocatoria constante al recurso estadístico.

En un país que tolero los atropellos al INDEC durante casi 9 años, parece que ha hecho falta el espanto de la muerte rondando por las calles, para que asome un interés por los registros del tortuoso camino que va trazando el virus entre nosotros, con su secuela de UTI'S y respiradores, recorrido por los pacientes, demasiados de los cuales resultaron finalmente llorados por amigos y parientes.

Vemos también qué ese "recurso a la evidencia", en la mayoría de los casos sólo conduce a ún impreciso balbuceo, que confunde y al confundir aumenta la incertidumbre reinante, la desconfianza creciente y el temor paralizante resultado de la ausencia de estrategias,  procedimientos, decisiones y acciones eficaces y claras, que debieran de haberse seguido para que el tránsito del tiempo hubiera demostrado que los que están a cargo poseian la capacidad de aprender y de corregir sus errores. 

Eso no ha pasado y, por el contrario, se han ido sumando casos de mala praxis,  que no sólo han producido un daño directo, sino que han dañado la credibilidad pública y la confianza de los ciudadanos.

El pésimo manejo de la información, su elaboración de dudosa calidad, y las trasnochadas interpretaciones que se hacen de ella, desnudan la cruda realidad que se manifiesta en la profunda ignorancia que padece la sociedad, en la incultura estadística que limita el aprovechamiento de las ventajas que ofrece hoy la sociedad de la información.

El analfabetismo estadístico reinante, es propicio y facilita el desarrollo de formas morbosas de cuantificación de la realidad. Esto no quiere decir que todos deben ser peritos en el manejo del entramado matemático que sostiene el trabajo estadístico. De ninguna manera eso es necesario, como ocurre con otras actividades en las cuales el experto proporciona recursos y propone rumbos, los cuales son evaluados por los interesados en términos de costos y beneficios por un lado, y de preferencias y valores por otro.

Lo que sí es inevitable es que el proceso de diseño y producción de los datos sea ejecutado con el más alto grado de profesionalismo posible. No hay lugar para la improvisación ni para las soluciones caseras. Mucho menos cuando como en este caso se trata de asuntos de vida o muerte. 

Como ejemplo de lo anteriormente dicho basta considerar qué pasa simplemente con un concepto, que es central en toda la arquitectura de la información epidemiológica. Para eso debemos responder a la pregunta. ¿Qué es un caso?

De la respuesta queremos a ese interrogante surgirán las condiciones y los criterios que permiten identificar en primer lugar los casos y en consecuencia surge la posibilidad de contarlos. Es fácil y claro determinar qué es un caso? No existe un margen de duda en el diagnóstico, como en tantas situaciones que la experiencia revela? 

Ese margen de incertidumbre puede ser mayor o menor, según la calidad con que se identifiquen las características que hacen de un paciente dado un caso de covid-19. Esa calidad dependerá de los criterios adoptados, de los procedimientos para llevarlos a cabo, de la capacitación y las condiciones de trabajo de quien los aplique, y de la ausencia de interferencias o incentivos positivos o negativos.

Pero los casos no son la única fuente de dudas entre los datos difundidos. 

 La cantidad de fallecidos también abre un interrogante que exige poner en claro cuando una muerte puede atribuirse al covid-19. 

La asignación de la causa de muerte debe hacerse siguiendo una secuencia que distingue y ordena las dolencias que aquejaron al fallecido, determinando cuál le provocó la muerte 

Basta observar las tablas de resultados para reconocer que dicha operación, en el proceso normal de certificación de la causa de muerte,  adolece de reconocidas deficiencias, que desde causas englobadas en la categoría Otras, o la atribución causal a la causa final, por ejemplo paro cardíaco. 

No hay razones para pensar que ante un proceso masivo no se estén reproduciendo mutiplicadas esas fallas habituales.

Por otro lado, estamos habituados a conocer las estadísticas vitales (nacimientos y defunciones) con un año de demora respecto al final del fin del  período de referencia. Eso significa que muchos hechos son registrados con posterioridad a la fecha de ocurrencia. 

Con la pandemia nos ofrecen información diaria, de todo el país. Resulta difícil  creer que todos los hechos sean comunicados en forma inmediata, lo que supone imaginar que lo que normalmente no se completa en meses, ahora se cumpla rigurosamente, en un país tan extenso y desigual como el nuestro. 

Sería muy útil que siempre se  clasificar a los casos por fecha de ocurrencia, para darle sentido a las comparaciones temporales de los resultados.

El breve repaso anterior, señala la falta de un diseño metodológico estricto, que evite distorsiones en los datos y mantenga la información decisional bajo control. 

Pero además hay otro aspecto que no es tan notorio, pero que en buena medida puede agravar las fallas anteriores. Un sistema estadístico de recolección y procesamiento de datos, debe administrarse bajo reglas metodológicas y organizativas claras y comunes. No es conveniente improvisar una red  de datos, sobre la base de organizaciones que tienen otros propósitos, y capacidades, que frecuentemente no son compatibles con la de los órganos estadísticos, técnicamente calificados.

En relación con lo anterior, no sé puede dejar de observar la falta de protagonismo del INDEC. Resulta llamativo que ese Instituto, que nuclea a un importante número de profesionales y técnicos experimentados en los diversos sectores de la sociedad, no haya liderado el manejo de la información  en un proceso tan complejo como el que desencadenó la pandemia y subsecuentemente la cuarentena.

Es un claro desperdicio.y una peligrosa estrategia no emplear los recursos disponibles y sustituirlos por organizaciones informales. 

Con respeto al INDEC su papel durante la pandemia se ve descalificado por la manifiesta incapacidad de realizar el Censo de Poblacipon, ordenado por la constitución y de indiscutible importancia bajo las circunstancias vividas.

La desvalorización de la información estadística y el descuido de los organismos estadísticos, deja al descubierto qué sigue imperando en el ánimo de la dirigencia social una penosa indiferencia, como si la vergonzosa experiencia de los años 2007 a 2015, hubiera sentado bases y siguiera pervirtiendo la capacidad estadística del país..

Todo se agrava cuando vemos que los muertos suman miles, las vacunas se destacan no solo por su escasez, sino por la falta de vergüenza de los vivos que se saltan la cola y por la épica armada Brancaleone que líquida viáticos para traerlas de la Rusia lejana.

Los vacunatorios VIP y la desprotección general recuerdan la  mirada descarnada de Discepolo:..

Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor

Ignorante, sabio o chorro, pretencioso estafador

Todo es igual, nada es mejor

Lo mismo un burro que un gran profesor .


Hugo Oscar Ambrosi

Buenos  Aires, mayo 14 de 2021

01 mayo 2021

Miseria de la estadística


Al enfrentar la pandemia hemos tenido que acelerar la velocidad de los cambios en diversos aspectos de nuestras vidas. También se han hecho evidentes algunos atrasos y carencias, que la marcha normal de las cosas toleraba con mansedumbre.

No deja de sorprender que haya sido necesario padecer una pandemia para que se reconozca la importancia y la utilidad insustituible de la información, particularmente de la información estadística.

La atención puesta sobre la evolución de COVID 19 exigía contar con una batería de datos, en tiempo real, que permitieran fijar la dirección de las políticas y hacer oportunamente los ajustes mediante acciones justificadas por la evidencia.

La producción de buenas estadísticas, entendiendo por tales las que son relevantes, oportunas, confiables y accesibles, exigen la confluencia de una variedad de factores. Dichos factores en última instancia requieren de personas preparadas que se desempeñen con solvencia, dedicación y responsabilidad.

La estadística a través de sus expresiones numéricas y gráficas constituye un instrumento de importancia fundamental en el proceso permanente de aprendizaje que se desarrolla desde la escuela a través de toda la vida. 

El empleo de información en la toma de decisiones requiere el ejercicio del pensamiento estadístico, que aleja el razonamiento de las influencias dogmáticas, anecdóticas o autoritarias.

En ese sentido nuestro país y las provincias han organizado oficinas de estadística bajo distintos nombres para llevar adelante programas de producción estadística que proporcionen los medios que enriquezcan la conversación social.

Es tiempo que entre los cambios que la pos pandemia nos demanda se tomen en cuenta las recomendaciones sobre descentralización política, que se plantean en la búsqueda de mejorar la práctica democrática.

De ninguna manera esto significa fomentar una anarquía en un sistema que necesariamente tiene que tener un alto grado de coordinación en pro de la necesaria comparabilidad de los datos. Se trata de encontrar la forma de fortalecer las bases, las raíces mismas del sistema, mediante un trabajo de cercanía que le otorgue a la información el carácter de expresión verificable y si se me permite palpable de los fenómenos que trata de reflejar. 

De esa manera, con un fuerte énfasis en lo local es posible producir el encuentro entre los usuarios de información, los proveedores informantes y los productores, asegurando que la estadística se apoye en criterios comunes de medición que permitan una evaluación participativa de los resultados, conciliando la diversidad de interpretaciones que estos pueden merecer..

10 abril 2021

Desventuras del censo qué no fue.

 


Hugo Oscar Ambrosi

 

¿Cómo puede ser que nuevamente el censo
se haya postergado?

 

¿Cómo puede ser que nuevamente el censo se haya postergado y se decida hacerlo fuera de tiempo y forma?

Dicen que hay que hacer el censo y para qué hay que hacerlo, es la información que necesitamos para evaluar qué significa la decisión reiterada de postergarlo. Pasó en 1990 en la presidencia de Menem, se repitió en el 2000 en la presidencia de la Rúa, vuelve a ocurrir ahora en la presidencia de Fernández.

De los últimos 4 censos tres fueron postergados. Ya parece más normal postergarlo que hacerlo en la fecha que indica la ley, como una expresión más de la naturalización del desorden a que nos hemos ido acostumbrando insensiblemente, cómo la rana en el agua que se calienta poco a poco, hasta morir.

El censo se posterga por la pandemia, pero tampoco se textea, ni se rastrea ni sé vacuna para controlar la pandemia. ¿Qué está pasando en la Argentina?

Resulta curioso que una orden constitucional puesta explícitamente en la Carta Magna, sea desobedecida por un funcionario de tercer nivel, que no tiene competencia para fundamentar el abandono de una tarea que está en la base del funcionamiento de la República representativa y federal.

Debemos admitir qué la realización del censo es el procedimiento que dispone la Constitución para regular la representación parlamentaria, permitiendo que cada ciudadano este representado equitativamente, permitiendo que los habitantes de cualquier fracción del territorio estén representados en forma proporcional a su número, en la misma medida.

¿Qué es lo que se extraña en una medida como la que se ha anunciado? La intervención de las autoridades políticas, particular las parlamentarias, tanto diputados como senadores. Los primeros porque su distribución sobre el territorio dependerá de las cifras censales. Los senadores porque deben custodiar el peso que cada provincia tenga, como expresión federal.

Podríamos detenernos en una multitud de cuestiones técnicas, dudas alarmantes que despiertan los procedimientos que han sido mencionados para el desarrollo del censo.

Al respecto hay una sola regla rígida y fundamental, qué puede expresarse diciendo que las operaciones a desarrollar deben garantizar de manera transparente que se haya contado, estrictamente contado, todos los habitantes del país, una y sólo una vez, asignado ese número al lugar de residencia, desde donde se elegirán en el futuro los legisladores.

Pero ahí no termina la triste historia de los censos en Argentina. Hemos dicho más arriba que el censo se hace para definir el número de habitantes sobre el cual se aplicará la forma de representación de acuerdo a la cláusula constitucional. Hace más de 30 años que no se aprueban las cifras censales a los fines de cambiar la representación de la población en los órganos legislativos.

Esto no es pandemia, ni déficit fiscal, ni otras causas conspirando contra el funcionamiento de la república.  

Fue la pura y libre voluntad de los legisladores. Sucesores de aquellos que, durante 33 años desde 1914 hasta 1947, postergaron la realización del censo nacional de población socavando el principio de representación esencial en la vida republicana, y ahora durante más de 30 años han ignorado las cifras censales, que es como si el Censo no se hubiera hecho en  1991, 2001 y 2010, al no actualizar, con las cifras compiladas decenalmente, los  parámetros de la representación proporcional en la Cámara de Diputados .

 

 

09 abril 2021

Ascenso y caída de los Estadísticos argentinos

 

Algunas reflexiones sobre el camino andado

Hugo Oscar Ambrosi 

Una conversación necesaria

La gran disrupción que estamos atravesando nos obliga a pensar lo que hemos estado haciendo, para replantearlo y si conviene, articularlo con lo nuevo.

Estas reflexiones no buscan culpar a nadie. Las cosas que se hicieron, buenas o malas, ya están para siempre fijas e incorregibles, en el pasado. Tampoco nadie debe sentirse atacado, por lo que son ideas en busca de contrastación o debate.

Me gusta imaginar que estas reflexiones y recuerdos impulsaran una conversación, un encuentro guiado por el ánimo de aprender unos de otros, sin conclusiones ni cierres. Una conversación que perdure y nos configure como un colectivo racional, capaz de evaluar sus pasos, y desarrollarse con la contribución de todos sus integrantes.

Semejante ambición tal vez suene utópica, pero creo que es necesaria para que la Estadística intervenga con sus poderosos recursos en el diseño del futuro, proporcionando el instrumental para controlar el rumbo que nos conduzca a una sociedad libre y solidaria con oportunidades para todos.

Los Estadísticos somos producto de una utopía extraordinaria, que surgió en la cabeza y el corazón de Carlos E. Dieulefait, el “profesor Dieulefait” como exige nombrarlo su pasión docente. El y un pequeño grupo consumaron la sorprendente creación de la carrera de Estadístico Matemático, que ha recorrido, con diversos cambios el tiempo de varias generaciones.

Las siguientes reflexiones son el tejido de recuerdos y esperanzas, los dos polos entre los cuales transita la vida con el propósito de renovar la visión de nuestra profesión, abrevando en la memoria de su esencia invariable.

-I-

El origen

El año 1948 se funda la carrera de Estadístico Matemático en Rosario. Para entender la importancia de ese hecho es suficiente recordar que fue la primera escuela de nivel universitario, en un país de habla española.

Han transcurrido más de 70 años desde aquel momento que, a la luz del impulso que animó a sus fundadores, resulta de plena justicia reconocerlo como histórico. No solamente en el predio particular de la estadística sino también como un gesto profundo de la sociedad en busca de perfeccionarse y fortalecer el desarrollo humano de sus integrantes.

Creo que es conveniente destacar la claridad conceptual y el profundo entendimiento de cómo debía ser la formación de los Estadísticos Matemáticos, para que su desempeño en los diversos campos, rindiera los frutos que el aporte de la estadística promete como rectora de la experiencia y prudente avizora del devenir en su desarrollo y perspectivas.

Una dinámica especial animó al grupo pionero, que con encomiable esfuerzo y dedicación condujeron una estricta y exigente formación teórica con un temprano y también intenso contacto con las cuestiones prácticas, que en torno de los datos convocan una trama de relaciones humanas, de urgencias y prioridades, de necesidades y recursos, que constituye el verdadero campo en el que la estadística debe dar su batalla. La estadística, avanzada audaz de.  la razón humana, batiéndose en medio de la incertidumbre y el riesgo.

Así durante los dos primeros años (1948 y 1949) informa el Profesor Guido Liserre, ingresaron a la carrera 104 alumnos. Otro dato interesante, como antecedente, es el número de egresados a partir de 1951, teniendo en cuenta que la carrera duraba tres años. En la década 1951-1960 egresaron en promedio, 7,3 graduados por año   . Es importante retener esa cifra de egresos por año, con un mínimo de 1 y un máximo de 13.

El destino de esos primeros Estadísticos fue cubrir importantes puestos en organismos   públicos y empresas, lo que visibilizó la carrera.

 Id por todo el mundo

Mientras los hechos sucedidos durante aquellos años iniciales se alejan en el tiempo, duele la ausencia de una memoria que haga justicia de aquella labor épica, rescatando las huellas de los pasos dados entonces.

La Estadística era la Buena Nueva que, con celo apostólico, pregonaban incansablemente, de lunes a sábado, los fundadores de la carrera. El mandato hacia los discípulos era “¡creced!” y, frente al mundo que observaba con curiosidad, proclamaban “¡multiplicaos!”. Expresaban un Génesis laico de un mundo que se estaba formando.

Hoy podemos reconocer la importancia de esos gestos, que destacan el servicio que los fundadores se propusieron prestar a la nación, al preparar rigurosamente a los profesionales que contribuirían a colocar a lo largo y  a lo ancho del país,  los cimientos de un servicio estadístico nacional, según los dictados de la ciencia estadística y de las buenas prácticas reconocidas.

La década del 70, vista en perspectiva, refleja un momento de especial importancia en el desarrollo de la profesión estadística y abre una etapa cargada de expectativas.

En 1968 fue sancionada la ley 17622, en cuya redacción tuvieron directa participación el Prof. Carlos E. Dieulefait y la Doctora Clotilde Bula, de la Escuela de Estadística de Rosario, junto al Profesor Fausto Toranzo de la UBA. Esa ley marcó un quiebre en la visión burocrática en que habían caído las estadísticas publicas argentinas y propuso altos estándares de organización y calidad.

Aunque hoy puede cuestionarse el tinte tecnocrático de su concepción, la nueva ley fue la “ley posible” en ese momento. Así lo entendió el Prof. Dieulefait, que en charlas privadas se refería a las limitaciones de la ley, considerando que era un primer paso en un camino a recorrer.

El modelo que él prefería contemplaba la organización de un Consejo Nacional de Estadística, que recogiera las necesidades del país y contribuyera al diseño de una estrategia nacional de estadística.

El proceso de adhesión a la nueva ley, que tuvo lugar en las provincias, responsables de las estadísticas oficiales según la Constitución, produjo una saludable renovación en las oficinas provinciales,

En pocos años la muchas de ellas fueron dirigidas por Estadísticos graduados en Rosario. Eso provocó naturalmente nuevas convocatorias, cuando esos responsables requirieron la presencia de otros colegas, para fortalecer técnicamente a las direcciones provinciales.

Se produjo así una demanda de profesionales en dependencias del Sistema Estadístico Nacional, que alimento la esperanza de que la profesión se consolidara y desempeñara el papel que los fundadores de la carrera imaginaron para ella.

Es interesante considerar la influencia que ejerció esa mayoría de directores provinciales con formación Estadística, ya fueran egresados de Rosario o funcionarios con idoneidad, interés y compromiso como efectivos “estadísticos administrativos”.

Por ejemplo, las Reuniones de Directores Provinciales convocada por el INDEC alcanzaron una dinámica e intensidad muy elogiable, influenciadas por la cultura común que compartían todos los participantes. Vale decir todos, porque esa mayoría, técnicamente sólida, lograba ganar la simpatía y la adhesión de los colegas menos especializados, pero igualmente comprometidos. Y eso fue altamente positivo y beneficioso para todo el sistema.

Es oportuno señalar que ese proceso y las condiciones imperantes en las provincias fueron un factor determinante del éxito del Censo de 1980, que fue dirigido por un equipo de claro perfil estadístico.

Parecía que el sistema propuesto en la ley 17622, de centralización normativa y descentralización ejecutiva, finalmente se plasmaría en la realidad, en un equilibrado balance entre los intereses nacionales y la rica diversidad del mosaico provincial.

Las reuniones regionales favorecieron que se pusiera el foco en las necesidades locales, que al nivel de pequeños grupos de provincias vecinas permitieron compartir experiencias y facilitaron la cooperación horizontal.

En paralelo, la cantidad de Estadísticos trabajando mancomunados, llevo al despertar de la conciencia colectiva en la profesión. Como consecuencia. surgieron la Asociación de Graduados en Estadística de Rosario y el Colegio de Graduados en Estadística de Buenos Aires.

La Asociación logró avanzar hasta lograr la inclusión de los Estadísticos en el CPCE de Santa Fe, que hasta el presente es el único lugar del país donde ha sido regulado el ejercicio profesional.

Sin embargo, todavía existe una gran deuda en cuanto al control, en los casos de ejercicio ilegal de la profesión, y cuando no se respetan las competencias para el desempeño de cargos específicos en la Administración Pública Provincial.

La parábola del tiempo

Ese ímpetu, esa clara y definida dirección, se fue diluyendo a medida que aquel fuego inicial se alejaba en el tiempo. Las circunstancias, el contexto, donde se expresan fuerzas y factores diversos, que alineados facilitan el crecimiento y desarrollo, pero cuando se agitan, convulsionan la historia y son capaces, como las energías telúricas, de ser deletéreos y destructivos.

El plan de estudios original fue reemplazado en 1958, en un intento de darle un sentido más aplicado, que se reflejó en cambio de nombre del título que otorgaba la carrera, cuyos egresados pasaron a llamarse Estadísticos a secas. A esos cambios sucedieron otros, como el de 1966, que incluyo un Doctorado, recuperando de alguna   manera el énfasis teórico matemático, sin desmedro del enfoque profesional del ciclo. de grado, aunque se resignó el nombre de Estadístico, expresión de compromiso profesional, sustituyéndolo por Licenciado en Estadística, más propio del clima académico.

Dejando por ahora el recorrido programático, resalta interesante poner la atención sobre el interés en la carrera, expresado por los alumnos inscritos y lo egresados emergentes de ese flujo de ingresantes.

A los efectos comparativos y como razón del título elegido, podemos observar que 30 años después de la creación de la carrera, entre 1978 y 1987, se graduaron 12,2 estudiantes por año, (entre 6 y 21).  Posteriormente, después del aniversario 50, entre 1998 y 2007, lo hicieron solamente 5,7 (entre 3 y 10. ¡La mitad que 20 años antes!

Esos números llaman poderosamente la atención. Especialmente porque esos años fueron testigos de hechos muy significativos en la revolución digital. El surgimiento a mediados de los 80 de la PC y en los 90 la WEB, instrumentos que permiten el pleno despliegue del potencial estadístico, tanto en materia de cálculo, como de almacenamiento y distribución de la información.

No escapa a nuestra observación, que la cantidad no es indicador de excelencia. Sin embargo, los números señalan una baja productividad institucional, en términos la preparación de profesionales altamente calificados.

Creo que subsiste una deuda, que tiene que ver con aquella promesa que muchos escuchamos sobre el brillante futuro que aguardaba a la ignota estadística, en algún futuro que tuvimos la ilusión de alcanzar.

-II-

La vida social de la estadística

Dice Liserre en su valiosa reseña de los 2 primeros años de la carrera (pág. 28): …”se trata de formar en el alumno “espíritu estadístico” además de […] en el estudio de las teorías estadística”.

La “experiencia de Rosario en la enseñanza de la Estadística”, como la llamó el Prof. G. Liserre, fue intensa y comprometedora, tanto en el orden académico, como a través de la proyección de ese “espíritu estadístico” en la sociedad rosarina.

La “sociabilidad estadística” fue desarrollada a través de varias vías, que fueron empleadas para extender los estudios y la acción de la carrera en el medio local y más allá.

Así el Centro Experimental de Investigaciones Económico-Estadísticas del Gran Rosario constituía el instrumento para el desarrollo de estudios e investigaciones que, al mismo tiempo de proveer valiosa información, también diera oportunidad a los alumnos de adquirir experiencia con las aplicaciones.

El “Ateneo de estudiantes de la carrera de Estadístico Matemático”, era  el encargado de recibir y asistir a los estudiantes que llegarían a Rosario de distintos lugares, así como de mantener contacto con organizaciones similares de otras regiones o países.

La Sociedad de Estadística de Rosario, que estaba formada por profesores, hombres del Comercio, de la Industria, de la Banca, de Gobierno, se reunía un promedio de 8 veces por año, en una cena de camaradería para escuchar una exposición sobre temas de actualidad de interés estadístico. A esos encuentros también eran invitados los alumnos avanzados de la carrera.

-III-

La caída

A partir de mediados de la década de los 80, el círculo virtuoso se fue debilitando hasta convertirse en un círculo vicioso. Ese giro se aceleró al perderse paulatinamente la conducción profesional de las oficinas de estadísticas, retrocediendo en el reconocimiento del carácter técnico y especializado de los conocimientos y sistemas de valores que implica ser Estadístico.

Al debilitarse las Direcciones provinciales, se resintió el balance interno del Sistema Estadístico Nacional, en términos de la Nación/Provincias, acentuando el centralismo del INDEC, posiblemente por falencias del propio régimen legal (ley 17622).

En ese punto se hizo evidente la ausencia de un órgano estratégico, como el Consejo Nacional de Estadística, capaz de mantener el rumbo del sistema, manteniendo distancia de las perturbaciones circunstanciales y de los intereses mezquinos, que intentaran desviarlo de sus fines primordiales. 

Lentamente se fue eclipsando el desarrollo que se vislumbraba años antes, y las organizaciones profesionales, Colegio de Graduados de Buenos Aires y el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Santa Fe, no ejercieron la representación esperada en defensa de la profesión, alertando sobre los riesgos que implicaba no aplicar el criterio de independencia y responsabilidad profesional, en el ejercicio de la Estadística, como medio de resguardar los intereses individuales y sociales.

La Escuela de Estadística de Rosario

¿Cuál ha sido el papel de la Escuela de Estadística en este proceso?  ¿Tiene alguna responsabilidad en el desdibujamiento de la identidad profesional?

Resulta difícil eximir al centro de formación más antiguo del país, de responsabilidades en la declinación de la profesión y en la pérdida del rumbo colectivo como profesión y en consecuencia en el desinterés individual en las estadísticas públicas.

A mediados de los ‘80, se produjo en la Escuela un cambio en su orientación, que mientras acentuaba la orientación teórica, por un lado, por otro reducía las materias aplicadas, modificando el equilibrio que había dotado a los Estadísticos de la suficiente flexibilidad intelectual y práctica, para desempeñarse en diversos campos como un profesional autónomo y señala la responsabilidad que cabe a la Escuela de Estadística en la situación actual.

En el año 2013 se llevó a cabo, por intermedio de la Comisión Asesora de la Escuela de Estadística, una encuesta a egresados de los planes 1992 y 2003.

En el ítem 6 de la encuesta se les solicitó a los consultados que expresen su valoración con respecto a distintos aspectos de su formación, en una escala de 1 a 5.

Se puede observar que los aspectos con mejor puntaje (+4), son los teóricos.

Las “cuestiones prácticas” (herramientas, trabajo en equipo, encontrar nuevas ideas/soluciones y rendir bajo presión y cumplir ciertos objetivos) califican debajo de 4.

Lo que llama la atención y ratifica lo expresado más arriba son los aspectos que hacen a la “capacidad de liderazgo y de comunicación”, que solamente obtienen puntajes de inferiores a 3.

Los temas más deficitarios son: Coordinar actividades, Redactar informes/documentos, Presentar en público informes/ideas, Movilizar capacidades de otros.

Entre la enorme riqueza de las opiniones expresadas por los encuestados, hay dos comentarios personales que resumen la evaluación de la formación frente a los desafíos de la práctica.

Plan 1992.

Considero que la universidad brinda una formación muy sólida a nivel teórico, pero que no prepara tanto al alumnado en la resolución de casos prácticos. Por otra parte, en la práctica me encontré con la necesidad de manejar grandes volúmenes de datos y muchas tablas diferentes, y como estadística no estaba preparada para la preparación previa de los datos.

Plan 2003

La carrera de Licenciatura en Estadística requiere alguna materia vinculada al liderazgo y el trabajo de equipo, como así también otra dedica exclusivamente a las estadísticas gubernamentales. También podría pensarse en una materia (esta podría ser optativa) sobre la estadística en la Investigación de las Ciencias Sociales. Ayudaría a entender mejor que rol juega la estadística en estas disciplinas, y nos ayudaría a poder armar mejores categorías para las preguntas / los indicadores

-IV-

El alma de la estadística

La situación existente y la insistencia académica en seguir proponiendo un perfil que limita marcadamente el campo profesional, nos lleva a preguntarnos que se ha perdido por el largo camino recorrido desde aquellos lejanos días de 1948.

Enormes cambios han tenido lugar en el mundo y muchos impactan directamente sobre nuestra disciplina. Por citar, las tecnologías de informática y comunicaciones han cambiado radicalmente el escenario de la estadística. De un mundo de escasez y privaciones, hemos ingresado en uno de abundancia creciente y correlativo poder.

Sin embargo, hay una constante, en medio de las turbulencias y multiplicidades técnicas. Algo que Liserre invoco en su resumen y que llamó “espíritu estadístico”. ¿A qué se refería?

Ese espíritu estadístico se ha ido revelando a lo largo de décadas. Y aparece como el soplo vital que anima la frondosidad de las técnicas, como la llave que hace de la Estadística un eje cultural que no es ajeno a nadie, Ese aliento hace que ningún hermetismo pueda enajenar la comprensión de la sociedad, si los intermediarios son profesionales didácticos y responsables.

Hoy podemos avanzar y reconocer en ese espíritu conocimiento y valores que, en el ejercicio profesional, implican el obligatorio cumplimiento de las buenas prácticas y el respeto de los requisitos éticos.

El pensamiento estadístico

 

La principal meta de la educación es crear
hombres capaces de hacer cosas nuevas

La segunda meta de la educación es
formar mentes que puedan ser críticas

Piaget

¿Que late bajo la frondosa diversidad de las técnicas? Dudas e inseguridades, que provienen del hecho incontrastable que la verdad, en toda su compleja realidad, no puede encontrarse despejando una incógnita, bajo un entramado de supuestos, de dudosa verificación y cumplimiento. Solamente arribamos a grados de verosimilitud, precarios y condicionales. Suscribimos convenios, conjeturales y transitorios, en los cuales basamos nuestras decisiones.

¿Cómo sanar ese desánimo, esa falta de confianza, que impide dar un paso adelante, y aleja de las responsabilidades?

Frente a la explosión de datos que caracteriza nuestra época, cabe preguntarse: ¿qué queda de la estadística si se le quitan todos los datos?

Queda la curiosidad, la sed de aprender, ese proceso en el que la razón metaboliza los nutrientes que la observación registra y la memoria almacena. Sin el aprendizaje no existe humanidad en nosotros.

Creo que no traiciono las palabras de Liserre, cuando se refería hace 70 años, a la formación del “espíritu estadístico”. Porque es en el espíritu donde se da la batalla del conocimiento. Donde arraiga la búsqueda de la verdad como propósito y voluntad.

Estadística es más que una deslumbrante colección de técnicas, que nos van proporcionando herramientas cada vez más poderosas, para que la búsqueda sea más rigurosa y precisa, y los resultados más relevantes, oportunos, confiables y accesibles.

El “pensamiento estadístico” se apoya en los postulados siguientes [1]:

ü la necesidad de datos

ü la importancia de la producción de datos

ü la omnipresencia de la variabilidad

ü la medición y modelado de la variabilidad

El estadístico desarrolla su acción en medio de las tensiones y los conflictos que animan la vida social. No puede ignorarse que las estadísticas son el resultado del juego de intereses de patrocinantes, productores, gente del oficio, proveedores, que representan en el escenario de la vida, un drama moderno cuyo libreto trata de “la revelación” estadística, la probabilidad de las causas, la verosimilitud, entre otros juegos de un lenguaje rico y poderoso.

Practicando la Estadística en las últimas décadas, hemos entendido que hay de pasajero o novedoso en la disciplina y que hay de invariable, de propio y esencial.

Esas calidades, que la convierten en una valiosa condición humana, hacen posible que la estadística tenga una vida social, que pueda circular y compartirse, que constituya un medio para que funcionen mejor las organizaciones humanas: el gobierno, las empresas, el tercer sector, así como los individuos que pueden tomar mejores decisiones en sus vidas personales. 

Por esa razón, es necesario que la enseñanza y la preparación de altos técnicos, tenga en cuenta los valores culturales que la estadística expresa, superando la visión cerrada y elitista, que pretende reservar para iniciados, generalmente muy pocos, el privilegio de apreciar los arcanos que oculta tras una “alta muralla matemática”, al decir de Bradley Efron.

Hablar de educación estadística, es reconocer que una sociedad  moderna y abierta, requiere de ciudadanos alfabetizados estadísticamente, en primer lugar, capaces de tener un pensamiento estadístico, de manera que ese “espíritu estadístico” atraviese la sociedad, porque una vez que el alma es tocada por el misterioso azar, y se reconoce la necesidad de los datos, para encontrar el rumbo en medio de una realidad donde impera la incertidumbre, será posible dar significado justo a la información disponible. Significado en términos de relevancia, oportunidad, confiabilidad y accesibilidad.

Hago votos para que una estadística cívica, enerve todo el cuerpo de la república y provoque finalmente un profundo compromiso entre democracia y estadística, como clave de una convivencia racional y solidaria.

 



[1] Estas ideas fueron utilizadas para formar la definición proporcionada por la Asociación Americana de Estadística (ASA) / Asociación Matemática de América (MAA) Comité Mixto sobre la titulación de Estadística

 

Visitas

Búsqueda

Google

Mapa de visitantes

Myspace Map

Clima... más estadística