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13 octubre 2016

¿Cuánto vale el Censo de Población?


Dr. Hugo Oscar Ambrosi
hambrosi@gmail.com
Nadie hizo una oferta por el Censo. Ni en MercadoLibre. En cambio, el INDEC ha empezado a demostrar su interés por ese producto, diciendo cuanto nos va a cobrar para que tengamos el Censo. Y ojo, no se trata del precio final, sino solamente del anticipo que nos asegura la reserva para que cuando llegue el año 2020 podamos disfrutar de un día de censo, posiblemente allá por octubre, más o menos por esta época del año.
Este año los habitantes pagaremos un anticipo de casi 1 dólar y medio por hogar, para asegurarnos que nos cuenten en el año 2020.
¿Para qué sirve que nos cuenten? La Constitución dice que sobre la base del Censo se dispone la representación proporcional en la Cámara de Diputados.[1] Pero la última vez que se cumplió con la Constitución fue- ¡qué ironía! -, durante el gobierno inconstitucional de Bignone. ¡Hace 33 años! Aunque no fue la excepción y también agregó otros atropellos a la Carta Magna. También durante 33 años había impedido el Senado que se hiciera el Censo, después de 1914. Hasta 1947.
No se le ha dado ese uso en ninguno de los censos desde 1991. ¡Tres Censos que incumplen la Constitución! Y fundamentalmente, que desconocen la misma razón por la que los hemos pagado: ser representados en forma equitativa.
Un Censo cuesta mucho. En promedio en la ronda de 2010 los censos tradicionales, en los que los censistas visitan las viviendas y cuentan a las personas, costaron casi 6 U$S por persona. Ese es el valor de comparación para nuestro país, donde se sigue usando el censo de hecho, con su día del censo durante el cual hay que esperar al censista en casa. Por si les interesa, Obama ya votó y de la misma forma podría haberse censado. En esa oportunidad durante los 8 años entre 2006 y 2014, el INDEC tuvo para el Censo un presupuesto de más de 400 millones de pesos, aproximadamente 100 millones de dólares. ¿Fue más barato que el promedio? ¿Con relación a qué? De poco sirve el costo, sin relacionarlo con la utilidad, con el valor que produce. Y si la república no lo utilizó, como lo ordena la Constitución, en 3 oportunidades ¡TRES!: 1991, 2001 Y 2010, MAS VALE QUE NOS PREOCUPEMOS. Porque pasaron varios gobiernos desde la vuelta a la democracia y numerosas elecciones. Y nadie hizo nada. Me atrevería a decir que nadie dijo nada tampoco.
Parece que ahora la cosa va en serio. Por lo menos en materia de gastos. Porque si el Censo 2010 costo 2,50 U$S por habitante, y ahora, 3 años antes del censo, se presupuestaron más de 275 millones de pesos o sea más o menos 18 millones de dólares, por lo menos deberían decirnos qué piensan hacer. Si piensan cambiar no sería una sorpresa.
Desde 1970 todos los censos introdujeron innovaciones, más o menos importantes. En 1970 se pretendió leer caracteres y fracasó. Después se quemó y fin del problema. En 1980 se aplicó muestreo y todo funciono de acuerdo a lo programado. Hasta tuvimos mediciones de la pobreza. En 1991 se replicó con pequeñas variantes el modelo de 1980 y cursó normalmente, En 2001 fuimos testigos de un hecho insólito: un censo de hecho (Espere al Censista en casa), ¡programado para dos días! Una larga espera. Sin muestreo para que no hubiera errores. El sábado 17 y domingo 18 de noviembre de 2001. Creo que no hacen falta más detalles.
En el 2010 nos dejaron sin aliento los métodos heterodoxos a los que recurrieron y que se sabe. Relevamiento a punta de teléfono. Y la velocidad pasmosa con la que dieron los resultados... ¡DEFINITIVOS! ¡Nueve meses y medio…! EL INDEC de Moreno fue el de las grandes hazañas, pero esta parece fuera de escala.
Con esa historia, sería oportuno que el INDEC abriera canales con la sociedad para formar conciencia y ganar apoyo al censo, haciéndose al mismo tiempo responsables de que el mismo sea manejado con profesionalismo y mucho sentido común.
Entonces podremos decir que se ha recuperado el INDEC, y que el Censo es el índice mayor de los argentinos, base y punto de partido de su sistema de    gobierno y calculadora central de las políticas basadas en la evidencia.



[1] Ver Ley 22847

03 agosto 2016

CARTA ABIERTA Al Gobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz


            He leído en la prensa que su Gobierno en el Dto 1854/2016, se refiere a cambios “… en materia de estadísticas públicas, elaboración de propuestas de nuevas temáticas para la producción estadística, búsqueda de mejoras en la relación entre las áreas estatales específicas en materia de estadística con los usuarios de estadísticas en particular y la sociedad en general, asistir al Ipec (Instituto Provincial de Estadística y Censos) en la elaboración de un diagnóstico y evaluación de identidad, desarrollo de sitio web específico…”.
Para ello contrata personal, de cuya idoneidad da detalles generales. Preocupados interrogantes abre esa norma. Si se contrata a alguien para cumplir con las tareas enumeradas más arriba, ¿Cuál será el rol del Director del Instituto Provincial de Estadística y Censos?
Si las falencias son tan básicas como:  la propia identidad del IPEC, las relaciones en el Sistema Estadístico Provincial, el programa estadístico. ¿Cómo se evalúa una gestión que ya lleva 8 años de duración en el IPEC?
No son cuestiones técnicas puntuales para las que se suma un experto. Es toda una canasta de faltantes políticos que, para satisfacerlos, requieren el trabajo de un equipo. ¿Se agregará un equipo, ya que los medios del IPEC son insuficientes?
¿El sistema Estadístico de la provincia será bicéfalo? Por un lado, una Dirección que no ha podido hacer su trabajo y por otro alguien digitado, que en solitario se compromete con el pasado, el presente y el futuro de las estadísticas provinciales.
Le escribo porque encuentro en esta situación ecos de la carta que le dirigí en marzo ppdo. En dicho texto le mencionaba también que:
El […] eje del proceso estadístico, es la selección de quienes tendrán a su cargo las funciones especializadas. Desde el comienzo es necesario establecer una estricta profesionalización, caracterizada por una sólida formación técnica en el marco de un sistema de controles de la conducta y de la idoneidad práctica de quienes se desempeñen en los organismos del servicio estadístico. Solamente Santa Fe ha regulado la práctica de la Estadística, pero su compromiso aislado no ha sido capaz de evitar el ejercicio ilegal. Yo participé en la redacción del régimen original adoptado en Santa Fe y podríamos trabajar juntos en mejorarlo.
La organización y administración estadística ha recibido la atención de países y organizaciones internacionales, lo cual ha dado como resultado la existencia de métodos y procedimientos reconocidos como adecuados para el funcionamiento de los sistemas estadísticos en sociedades libres y democráticas. El requisito común que atraviesa las diversas arquitecturas posibles es el protagonismo de cuerpos profesionales especialmente preparados y cuya actividad esté regulada por órganos independientes.
Tuve el honor de dirigir el IPEC durante más de 15 años. En ese tiempo establecimos bases que, a pesar del tiempo y de las gestiones, todavía perduran. La legislación todavía vigente, aunque no se aplica plenamente, así lo refleja. Lo cual no siempre es un elogio, sino una denuncia de falta de innovación.
Santa Fe disfruta de una privilegiada situación. Cuenta con la Escuela de Estadística de la UNR y con la carrera de Matemáticas Aplicadas en la FIQ. Con graduados y alumnos de esas carreras modernizamos el IPEC en las décadas del 70 y del 80.
Pero lo que pienso es el factor que aún más distingue a Santa Fe en el concierto de las provincias, es el reconocimiento del carácter profesional del Estadístico. La Ley 8738 de 1981, regula el ejercicio de la profesión en el territorio de la provincia. Lamentablemente no ha sido el Gobierno provincial, precisamente respetuoso de esa norma a lo largo de los años.
Es oportuno traer a la memoria el pensamiento de un mentor de sus convicciones políticas. El Dr. Juan B. Justo, en su conferencia de 1898 en “El Ateneo”, dijo algo tan actual como lo siguiente.
“…el coeficiente del progreso histórico, en su carácter complejo de progreso económico y político, material e intelectual, es el mejoramiento mensurable de la situación de la clase trabajadora. Digo mensurable, para excluir de la cuenta las glorias de la patria, las satisfacciones del honor nacional, el orgullo de ser gobernado por héroes, la esperanza de un porvenir mejor, otros ítems que suelen pesar demasiado en la apreciación de la marcha de los negocios públicos, porque tienen el inconveniente de no ser mensurables. No hay que contar sino los cambios que registra la estadística y pueden ser representados en diagramas: el aumento de los consumos, el alza de los salarios reales, el aumento del porcentaje de niños que van a la escuela y de las personas que frecuentan las bibliotecas, la disminución de la mortalidad y de la criminalidad, el desarrollo societario con fines de socorro mutuo, de cooperación, etcétera. “
Para terminar, le pido que haga de su gestión, un hito en la recuperación del prestigio y los méritos de santafesinos que han dejado su marca en la historia de la estadística nacional. Solamente mencionaré a dos: Gabriel Carrasco, el épico censista de 1887 y ex Intendente de Rosario y el Profesor Carlos Dieulefait, Director Nacional de Estadísticas y fundador de la carrera de Estadística que hoy funciona en la Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas de la UNR.
En nombre de ellos, y de las vocaciones que encuentran en la Estadística, razones para sus desvelos, convoque a los profesionales, ofrezca concursos abiertos y neutrales, proponga a la sociedad que participe en el diseño y en el programa estadístico, levante en cada municipio una oficina de Estadística, promueva los cambios curriculares que hagan de la Estadística efectivamente una herramienta para una ciudadanía activa, convierta a la Legislatura en la responsable de la aprobación y el control de los planes estadísticos, proponiendo nuevos desafíos y rindiendo cuentas del trabajo hecho.
¡Y la Estadística le pagará con creces, llevando la política a los niveles que aspiraba Justo ya en 1898!

¡POR ESTADISTICAS RELEVANTES, CONFIABLES Y OPORTUNAS!

Dr. Hugo Oscar Ambrosi
hambrosi@gmail.com
Buenos Aires, agosto 3 de 2016

26 julio 2016

SEMBLANZA DE CARLOS EUGENIO DIEULEFAIT


Dentro de pocos días se cumplirá un nuevo aniversario del nacimiento del Profesor Dieulefait.  Y como sucede desde hace años, el 27 de julio celebraremos el Día del Estadístico Argentino. Personalmente creo que es de estricta justicia y una forma de seguir abrevando en su figura como fuente de inspiración y fortaleza.
Estaba en mi escritorio dándole vueltas al asunto de la estadística y su naturaleza escurridiza y omnipresente. Durante horas había estado reflexionando sobre las dificultades y tropiezos que se resumen en la decadencia del INDEC.
Cuando abro los ojos me veo caminando por Bvrd Oroño, un viernes a la tarde, poco antes de las 6. Desde la esquina de Tres de Febrero avanza, con su traje cruzado, su chambergo y el infaltable portafolios de cuero, “Don Carlos”, como le decíamos ya por entonces. Eran los finales de la década del 60 y él traía sobre sí una larga historia, en cuyos comienzos ocupa un lugar destacado la temprana publicación de los Principios Filosóficos de la Estadística. Temprano para él y temprano también para la estadística.
–Don Carlos, me alegra verlo. ¿Qué tal el viaje? – lo saludo llegando a la puerta de la Facultad.
–¿Sabes algo? – pregunta mientras subimos los escalones de la entrada. – Siempre me resultó extraño el olor de esta casa – se contesta, sin esperar comentarios. Como tantas otras veces, no avanza más que hasta ahí, y deja la cuestión picando.
No puedo imaginarme la naturaleza de sus sentimientos. Sin embargo, sí me impresiona pensar que ha venido tantos años a esta casa, ha vivido tanto dentro de estos muros, que uno esperaría que le fueran familiares, pero no extraños.  Es inevitable que el silencio se instale en nuestra conversación.
–¿Cómo andan tus cosas? – dice con su proverbial gesto de interés, volviéndose a mirarme –¿Estás trabajando en la tesis? – pregunta y marca el foco inicial de su interés.
Hablamos un rato de mi trabajo y quedamos en reunirnos en su casa de calle Moreno.
Cuando llegamos al 2° piso, entra en el Instituto de Estadística, para preparar su clase, un ritual que mantiene a través de los años, con la misma concentrada preocupación.
Me voy al bar y pido un cortado, mientras repaso mentalmente la trayectoria del hombre a quien escuchare una vez más con admiración y cariño.
Fue alumno, en la Escuela Industrial que diseñara ese otro gran maestro que fue el Ing. Otto Krause. Ya en la Universidad fue protagonista de la reforma, y como tal lo recibió Irigoyen, con palabras que comprometieron en el muchacho la vida del hombre.  En 1924 publica en la Revista de Filosofía “Las matemáticas y la lógica” y en 1927 “Principios filosóficos de la Estadística”. Una especie de declaración de principios para su futuro batallar.
Sigo recordando. El año 1930 organiza el Gabinete de Estadística, que el 24 de octubre de 1932 se convierte en Instituto de la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad del Litoral.
La década del 30 fue de gran producción científica para él. Así llega a ser conocido como el Pearson Americano. El Presidente Justo le facilita, entre 1934 y 1936, su asistencia a la Sorbona. En Italia, Gran Bretaña y Alemania también alterna con los hombres que están haciendo del siglo XX, el siglo de la Estadística. Es incorporado a las principales organizaciones profesionales y científicas internacionales, como el Instituto Internacional de Estadística de La Haya, la Sociedad de Estadística de París. Distinguidos matemáticos y estadísticos le brindan su amistad.
Preocupado desde siempre por las cuestiones de interés público, que ya manifestara en ocasión de la discusión sobre el cierre de la Caja de Conversión, lo llevan en 1936 a publicar “Estadística Censal y Estadística Administrativa Argentinas” con el objeto de llamar la atención y aportar razones para la realización del demorado 4° Censo General y, junto con eso, abogar por la impostergable organización del servicio estadístico nacional. Cuestión que 80 años después sigue pendiente en nuestro país.
En 1940 participa de la creación del IASI, dando comienzo a un intenso trabajo de                                 fomento y desarrollo de la estadística en el continente. Entre sus tareas debe destacarse la BIETA, que constituyo el primer cuerpo de literatura estadística en español.
Posteriormente estuvo a cargo del Consejo Nacional de Estadística y Censos, en 1946, siendo nombrado Director Nacional de Investigaciones Estadísticas y Censos el 20 de agosto de 1946. Eso ocurrió después que el pedido de asesoramiento que hizo Perón a EEUU, fue contestado señalando que en la calle Pueyrredón de Rosario estaba uno de los mayores expertos del mundo.
Al año   siguiente presenta en el Primer Congreso Interamericano de Estadística con el Dr. Guye el proyecto de planes de estudios para altos técnicos estadísticos, que sirvió para la creación en 1948 de la carrera de Estadístico en la Universidad del Litoral, primera carrera universitaria de Estadística en lengua española. Esa obra fue la culminación de una intensa labor de 3 décadas, con un espíritu que Dieulefait le reconocía a Augusta Teixeira de Brasil y que a el le cabe con pleno derecho. Fue un apóstol de la Estadística.
La década siguiente lo vio ingresar como Miembro Honorario de la Real Sociedad de Estadística de Londres, presidió la Sesión de Estadística Matemática de la Conferencia Internacional de Estadística en Roma y también a Sesión de Estadística Metodológica de la Conferencia Internacional de Estadística en Petrópolis.
Miembro Titular y ex Vicepresidente de la Unión Internacional para los Estudios Científicos de la Población, Miembro Honorario del Congreso Demográfico de México, Miembro correspondiente a la Sociedad Francesa de Investigación Operativa, Editor para toda América Latina de la Revista de Publicaciones Estadísticas Internacionales, Métodos y Principios. La lista es interminable. Es la labor de un titán polifacético. Un hombre del Renacimiento entre nosotros.
–¿Dónde se da Inferencia? – escucho una voz ansiosa a mi lado–No encuentro a San Juan…– es la explicación de la inoportuna voz.
–En el aula G– respondo volviendo de mi ensoñación.
Regreso a este particular momento, a este ahora tan circunstancial y relativo como el cortado en la cafetería, que termino de dejar frio y sin azúcar, allá en el tiempo.
Instintivamente reviso lo que estaba haciendo y entonces me doy cuenta. Hay un hilo conductor en la vocación docente de Dieulefait, que multiplica el valor de su enseñanza. Ese hilo pasa, sin lugar a dudas, por su fuerte identificación con una innata condición de maestro.
Pero la tensión del hilo la da su excepcional capacidad para lo que él llamaba la “enseñanza anticipada”.  Hablaba de cosas, métodos, problemas, que estaban recién ocurriendo o, más aún, que podrían ocurrir. Lo escuchábamos en esos momentos sorprendidos, sin entender (lo que era de esperar) y algunos turbados por esas salidas del “Viejo”.  Y allí terminaba. Seguíamos entonces viéndolo desplegar con su letra redonda y prolija, las fórmulas encantadas con las que apresaba el vacilar aleatorio y contenía la pluralidad de los datos, en la síntesis armoniosa de las leyes de la probabilidad.
Pero no era su intención darnos un recreo, un instante lúdico en medio del rigor de sus demostraciones. Eso lo hacía cuando se filtraba el poeta que había en él y discutía con Neruda, o cuando recitaba de memoria el comienzo del Facundo:” ¡Sombra terrible de Facundo, voy a evocarte, para que, sacudiendo el ensangrentado polvo que cubre tus cenizas, te levantes a explicarnos la vida secreta y las convulsiones internas que desgarran las entrañas de un noble pueblo!
Nada lo decía por decir o por llenar el tiempo o por entretener. Siempre hacia pensar.
Actuaba como un prudente padre que fue depositando un capital que nos diera una renta vitalicia, disponible para cobrarla cuando fuera necesario.
Quiero darle las gracias por todo lo que nos enseñó en forma anticipada. Consciente de que no lo entenderíamos plenamente. Ni tampoco a medias. Pero sembraba semillas que cuando un día tuvimos que hacer frente a algún problema venían a nosotros recuerdos, que nos hacían parecer familiares cuestiones que de ninguna manera lo eran. Un mágico “deja vu” que nos volvía a reunir con él, como aquellas mañanas de sábado en la cafetería.
En mis recuerdos de esas enseñanzas resaltan su descripción geométrica de los modelos lineales, el impactante planteo del teorema de Bayes como la auténtica llave del razonamiento estadístico, su admiración por el método de Montecarlo, antes de que las computadoras personales lo pusieran al alcance de la mano. También supo introducirnos en el mundo de la teoría de los juegos y de la toma de decisiones. Sin olvidar su vívida descripción del palpitar de los átomos, debajo de la apariencia compacta del mundo que nos rodea. Base de la naturaleza aleatoria del mundo.
–Aaahh! ¡De eso nos estaba hablando Dieulefait…, aquel sábado a la mañana…!  – brotaba la expresión cada vez que alguno caía en la cuenta de que había llevado durante años en la mochila, la herramienta, el concepto, la palabra, que ayudan a superar dudas y dificultades.
Finalmente hizo algo más por nosotros, nos dio confianza en nuestra identidad. Gracias a él sentimos que éramos Estadísticos, los profesionales de los datos y el azar, preparados para internarnos en territorios donde hay que trazar los primeros mapas, en ámbitos donde la incertidumbre campea libremente, en momentos de decisión impostergables, cuando la escasez de evidencia desafía el ánimo.
Siempre destacó la indelegable responsabilidad del Estadístico en la interpretación de los resultados y en las conclusiones de los estudios. Siempre consideró con un enorme aprecio el trabajo de los productores de información en las oficinas de Estadística del Estado.
Y vuelvo a percibir el deja vu cuando retomo mis reflexiones sobre las estadísticas públicas. Mientras vuelvo lentamente al presente y a sus renovados desafíos, resuena en mis oídos su frase, dicha en un lejano Coloquio de la SAE:
La Estadística tiene sus complejos Teoremas a desarrollar en las pizarras de las aulas, pero tiene también compromisos e inalienables deberes frente a la medición y cotejo de decisiones...

10 julio 2016

El oscilante devenir de las estadísticas públicas

Una corriente subterránea fluye a través de nuestra historia. Una extraña y silenciosa corriente. Que emerge y se oculta, según pasa el tiempo.
Como una cofradía va pasando de generación a generación el alto compromiso. Muchas veces inadvertidos, otras veces perseguidos, persisten en su trabajo. ¿Quiénes son? ¿Que buscan? ¿Cuál es su designio?
Tan pronto como en los días inaugurales de 1810, los encontramos batallando: Moreno manda hacer un censo, el 7 de agosto de 1810, cuando tantas eran las otras demandas que debía enfrentar la Junta.
A lo largo de los años esa corriente siguió bregando. En 1813 la Asamblea ordena nuevamente que se haga el Censo. En los reglamentos constitucionales de la primera década y la Constitución de 1819 reconocían la necesidad del Censo General para arreglar la representación general.
Se destaca en ese periodo el verano de 1821/22, cuando Rivadavia toma la posta y plasma un conjunto de leyes, en cuyos fundamentos encontramos material que hoy sigue teniendo plena vigencia. La Constitución de 1826 también lo establece y fija una periodicidad de 8 años para su renovación.
También Rosas se suma a esa voluntad enumerativa durante su gobierno.
Sin embargo, ninguna iniciativa dio sus frutos. Así se llega hasta Caseros y el derrocamiento de Rosas. La Confederación, con capital en Paraná, ordena la realización de un Censo en 1857, cuyos resultados incompletos prolongan la serie de expresiones de deseos no cumplidos. En Estados Unidos en 1850 ya se había cumplido disciplinadamente con la norma constitucional 7 veces.
El tesonero machacar para tener estadísticas, se corre hacia la educación. Mitre se hace cargo de la primera cátedra de Estadística, en 1852, y rápidamente termina con el exilio del profesor. Tal vez fue la primera, pero de ninguna manera la última vez que se acalla al mensajero.
Habían pasado 50 años desde mayo de 1810, y el país todavía no había contado su población, de manera ordenada y completa. En 1857 el Gobierno de Paraná solo se pudo relevar 8 provincias. En 1860, con esos datos y otra información, Martin de Moussy hace una estimación y según su cuenta éramos 1.210.000 habitante
A través de décadas la misma voz clamando una y otra vez, por el imperio del metro y la balanza. Desde el país profundo, se levanta, aún hoy, el reclamo para que la argumentación abandone los meandros de la vieja retórica y entre a pleno en el mundo de los hechos verificables.
¿Y en la superficie? Allí se exhibe por defecto, el despliegue visual de mensajes compactos, mientras el discurso verbal y razonable es un campo de lucha, con “palabras como puños” o insidiosamente pervertidas.
Al foro concurre una galería diversa en sus orígenes, pero convergente en su condición de maestros de la dialéctica y acrobáticos polemistas. Su discurso es un campo de lucha verbal, donde los hechos solo entran por necesidades decorativas, como partenaires, y bajo su influencia, el razonamiento se vuelve muchas veces sofisticado, arrasado por el impulso de ganar, de una manera o de otra.
Esa tendencia, que atravesó el tiempo y llenó el aire de proclamas y grandes bandos, fue desafiada por la advocación que hizo Ortega cuando nos reclamó: “¡Argentinos, a las cosas, a las cosas!”
La experiencia de los últimos 12 años, ha sido la culminación de esa dualidad esencial que nos atraviesa. Por un lado, el discurso, imaginario y agresivo, capaz de negar el sol, ¡tapándolo con un dedo! Por el otro, un sistema de observación y registro, llamado estadísticas públicas, desmantelado y falseado. Y como resultante, una sociedad dividida, incapaz de resolver la grieta que la separa, negándose a aceptar la realidad como denominador común y manteniéndose fiel al ilusionismo verbal.
Tan grande es el desconcierto, que en el frenesí de hacer como que sí, es decir, de hacer sin creer que debe ser hecho por razones de fondo, el Censo del año 2010 infringe la Constitución. El Censo de ese año viola los términos de la Carta Magna, que ordena un plazo no menor a 10 años entre un censo y otro (Art. 47 de la Constitución Nacional: “…pero este censo sólo podrá renovarse cada diez años”) 
En consecuencia, no será válido utilizarlo para regular la representación parlamentaria, porque es inconstitucional.
En esta fecha tan emblemática, hagamos votos para que las estadísticas públicas dejen de considerarse como la fábrica de ilustraciones para decorar el relato y se conviertan en brújula que guie el rumbo del gobierno y de la sociedad.
Para terminar, parece oportuno agregar lo que decía Ortega a continuación de su advocación:

 “Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que daría este país el día que sus hombres se resuelvan de una vez, bravamente, a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales, que son egregias, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental secuestradas por los complejos de lo personal".

08 julio 2016

DEBEN CASTIGARSE LA ESTAFA Y EL ROBO


Se repite hasta el cansancio, en Buenos Aires y en Roma, que debe castigarse la corrupción. Sin embargo, me parece que se pierde la perspectiva de los hechos, dentro de un formalismo que, a título de aferrarse a la legalidad republicana, pasa por alto que se trata de un modus operandi desenfrenado, que ha atravesado los límites del propio sistema, mediante la práctica desenfadada de la estafa y el robo sistemáticos.
La corrupción es un proceso secundario que ataca al principal y lo degrada. En cambio, la estafa y el robo se constituyen en objetivo propio y fundamental. No son algo accesorio, que se desarrolle parasitando una función principal, desviándola, sino que la somete y la pone a su servicio, la esclaviza, obligándola a renunciar a su propio desarrollo para ceder todo al régimen de expoliación, que es el dominante.
¿Cómo sancionar la desmesura de violencia y latrocinio que impuso el régimen K?
¿Qué pasa cuando el orden republicano resulta violado más allá de lo previsto en la tipificación penal?
¿Qué hacer…
…cuando la creatividad del delito se adelanta a la capacidad de las reglas para desalentarlo y, si se produce, castigarlo?
… cuando el poder del Estado es utilizado no solo para tiranizar o someter, sino para defraudar y robar?
… cuando se hace de la mentira un dogma?
La organización en banda para la acción ilícita, que describió tan bien E. de la Boetie en su discurso contra uno, es tan eficiente que tiene la capacidad de legalizarse, siendo esencialmente ilegitima, mediante elecciones amañadas y una deriva que la sustenta en modos callejeros de representación, con que se expresan ruidosas minorías.
¿Pueden los tribunales ordinarios, aplicando las reglas comunes, dar cuenta de tamaño desenfreno, que se ha cargado jueces y fiscales y ha reclutado adictos diestra y siniestra?
Sin un compromiso activo y visible de la sociedad, respaldando los procesos, parece difícil.
El país pudo juzgar y castigar los crímenes terribles cometidos por la dictadura militar. Ahora debe demostrar la capacidad de juzgar y sancionar los terribles actos de lesa humanidad cometidos durante el régimen kirchnerista.
Un régimen que fue un icono de la hipocresía y pretendió que se viera la grandeza y bondad que construyo con apariencias sobre sí mismo, propagándose como ejemplo y pretendiendo o pidiendo que se actuara de la misma forma, además de que se glorificara su accionar, aunque sus fines y logros estuvieron alejados de la realidad.
Un régimen cuyos medios fueron la mentira, el robo, la persecución y las consecuencias: una pobreza cínicamente conservada y aumentada, una población engañada y escarnecida, violentando no solo el sentido común, sino los propios sentidos y la inteligencia, mediante la negación de la evidencia, con la profanación de las estadísticas públicas y la persecución de la prensa.


29 junio 2016

Estadística antes que calculo. Arthur Benjamin

Ahora, si el Presidente Obama me invitara a ser el próximo Zar de las Matemáticas le haría una sugerencia que mejoraría bastante la enseñanza de las matemáticas en este país. Y sería bastante fácil de implementar y nada costosa.
0:30El curriculum de matemáticas que tenemos se basa fundamentalmente en la aritmética y el algebra. Y todo lo que aprendemos a partir de entonces es formarnos hacia un concepto. Y en la punta de la pirámide se encuentra el cálculo. Y aquí estoy para decir que yo pienso que no es la cima correcta de la pirámide... que la cima correcta -- que todos nuestros estudiantes, todo graduado de la escuela debería saber -- son las estadísiticas: probabilidad y estadísticas. (Aplausos)
1:02Lo digo en serio, no me mal interpreten. El cálculo es una materia importante. Es uno de los grandes productos de la mente humana. Las leyes de la naturaleza estan escritas en el lenguaje del cálculo. Y todo estudiante que estudia matemáticas, ciencias, ingeniería, economía, definitivamente debería aprender cálculo al final de su primer año como universitarios. Pero estoy aquí para decir, como profesor de matemáticas, que muy poca gente usa el cálculo de manera consciente y relevante en su vida diaria.Por otro lado, las estadísticas -- es una materia que puedes, y deberías usar en el día a día. ¿Cierto? Es riesgo. Es recompensa. Es aleatoriedad. Es entender los datos.
1:43Pienso que si nuestros estudiantes, si nuestros estudiantes del colegio -- si todos los ciudadanos Americanos -- supieran acerca de probabilidad y estadísiticas, no estaríamos en el desastre económico que actualmente vivimos. No solo -- gracias -- no solo que... [pero] si es pensado razonablemente, puede ser tremendamente entretenido. Me refiero a que, probabilidad y estadísticas, son las matemáticas de los juegos y las apuestas. Es analizar tendencias. Es predecir el futuro. Miren, el mundo ha cambiado de análogo a digital. Y es hora que nuestro curriculo de matemáticas cambie de análogo a digital. De la más clásica, matemática contínua, a una más moderna, matemática discreta. Las matemáticas de la incertidumbre, del azar de datos -- y eso es probabilidad y estadísticas.
2:33En resumen, en vez de que nuestros estudiantes aprendan acerca de las técnicas del cálculo, pienso que sería mucho más relevante si todos ellos supieran que significan dos desviaciones estándar de la media. Y lo digo en serio. Muchas gracias. (Aplausos)

Una nueva fórmula para la educación en matemáticas: Arthur Benjamin en T...

Si queremos cambiar, empecemos a cambiar...Este video señala la ruta...






24 junio 2016

...del que ha empezado a educarse...

“De lo existente unas cosas dependen de nosotros (es nuestra parte libre) y otras no (es nuestra parte no libre o esclava). Depende de nosotros, por ejemplo, nuestro juicio. Cuando veas que a alguien honran más que a ti, piensa que la única forma de ser libre es despreciar lo que no depende de nosotros. Sufriremos inútilmente si tomamos por libre lo que es esclavo. La libertad y el bienestar se relacionan con lo que depende de nosotros. Por eso conviene poner a prueba cada problema y preguntarse: ¿depende de mi? Seremos desdichados si no aceptamos que hay cosas que no dependen de nosotros. Incluso cuando nos atraiga algo, preguntémonos si depende de nosotros. A menudo los hombres no se se ven perturbados por las cosas sino por las opiniones que tienen sobre las cosas. Como la muerte, que no es nada terrible –pues entonces se lo habría parecido a Sócrates- sino la opinión sobre la muerte. Muchas de las veces que nos sentimos tristes no deberíamos echar la culpa a otro sino a nosotros mismos, es decir, a nuestras opiniones. No reclamemos a los otros por lo que nosotros mismos hemos hecho mal, el reclamarse a sí mismo es propio del que ha empezado a educarse”. (Manual de Epicteto)

22 junio 2016

ESTADÍSTICA Y SOCIEDAD: REFLEXIONES Y EXPECTATIVAS

Historia

El 29 de enero de 2007 marca un momento de singular interés en nuestra historia política. Ese día culminó un proceso que, de manera silenciosa y oscura, fue atravesando la historia. En él se expresaban las incomodidades que le producían al poder político los datos de la realidad.
Las estadísticas llamaban la atención sobre problemas o contradecían ciertas proclamas exitosas.
Basta señalar la larga resistencia del Senado a renovar los resultados del Censo de 1914 y los reiterados intentos de modificar resultados estadísticos desfavorables, tanto en gobiernos militares como constitucionales.
Mientras tanto, durante el siglo XX, que algunos identifican como el Siglo de la Estadística, se produjo, en el mundo, un desarrollo prodigioso de esta disciplina, primero en brazos del paradigma matemático y, posteriormente, en la segunda mitad del siglo, mediante el aprovechamiento del poder de cálculo, de almacenamiento, comunicación y visualización que le ofreció, en sus diversas etapas de desarrollo, la revolución digital.
Tan veloces han sido los cambios y tan profundos, que no es de extrañar que sus efectos se hayan expandido de manera muy desigual.
El episodio de comienzos de 2007 excedió todos los limites conocidos, y adquirió la jerarquía de caso único entre países con un gobierno constitucional y democrático.
Frente a los daños ocasionados la solución que se adopte no solamente debe ser reparadora, sino que también debe ser resistente a la reiteración de los atentados que se han producido, a lo largo del tiempo, con grados diversos de gravedad.

Interrogantes y propuestas

Es necesario reconocer el significado y la posición social que ocupa el conocimiento estadístico en la actualidad.
La sociedad actual, es una sociedad del riesgo. Las rápidas transformaciones, las tecnologías y su renovación, impactan sobre las costumbres y las condiciones de vida. Y frente a esa incertidumbre creciente, la información es una herramienta necesaria a la hora de prever y de prevenir.
Por otro lado, sociedades habituadas a observarse cada 10 años, mediante los Censos periódicos, han visto multiplicarse las fuentes de datos, basadas en registros y en encuestas por muestreo, que revelan, casi en tiempo real, las condiciones económicas y sociales, y sus cambios se convierten en motivo de interés y debate político. En ese aspecto, el gran cambio ha sido el pasaje de la escasez a la abundancia de datos.[1]

Nuevas tecnologías

El poder de las nuevas tecnologías[2] ha debilitado el tradicional monopolio del Estado, sobre la información socioeconómica. La “información es poder” y por lo tanto se debe cuidar que su posesión, no sea la base de ventajas y asimetrías. El derecho a la información, no es un derecho burocrático sino es la llave para una efectiva pertenencia y participación ciudadana.
Una sociedad que se mueva en los términos de los avances que la civilización ofrece, está sujeta a profundos movimientos en su interior, que afectan a estructuras y lazos que han sido tradicionalmente parte de su “arquitectura organizativa”, género, lazos familiares, educación y trabajo, entre otras.
Podemos observar permanentemente cambios en todas esas relaciones en crisis, que han sido parte de una amalgama social, hoy en transformación.

Educación

Hoy la educación debate cómo seguir el ritmo de los cambios y atender requerimientos no muy definidos, que deberán enfrentar los estudiantes de hoy, cuando se incorporen a la vida activa. Como hipótesis, sería oportuno reflexionar, si el conocimiento estadístico, entendido como el método para aprender de la experiencia e interpretar los datos con sentido crítico, no constituye una capacidad altamente deseable en los ciudadanos y que, en consecuencia, su aprendizaje debería incorporarse a todos los niveles de enseñanza.

Trabajo

Por otro lado, el trabajo ya no es lo que solía ser. Es difícil verlo como articulador de la existencia adulta, cuando se ha perdido en buena parte la seguridad que ofrecía antaño, participando de una dinámica donde el riesgo se ha distribuido de manera desfavorable para el trabajador. ¿Las herramientas estadísticas, además de ayudarlo a interpretar la realidad, serán una competencia importante en las ocupaciones del futuro próximo?

La educación y el trabajo

Demandan de manera bastante clara un sujeto que esté en condiciones de aprovechar mejor la información y de ponderar el riesgo que acompaña a las decisiones que debe tomar, con mucha mayor frecuencia que antes.  Pero esos riegos no pueden ser insoportables. Los individuos deben contar con que la sociedad es solidaria. ¿Cómo se puede hacer?

Política

Llegamos en este punto a preguntarnos sobre cómo influye los procesos mencionados en la forma de tomar decisiones y de gobernarnos.  ¿Cómo impacta la abundancia de información en el debate político? ¿Son suficientes los modos de discusión tradicionales para esta época? ¿Cómo incorporar el modo científico de razonar y debatir, en los procesos de decisión política? ¿Cómo armonizar los valores que entran en juego en esos procesos de decisión?[3]

Sistema de Información

El Sistema de Información Estadística debe tener en cuenta los planteos anteriores en el proceso de diseño que se abre ante nosotros.
Si quisiéramos elegir algunas pocas cualidades, que fueran determinantes en el nuevo sistema de información estadística nacional, deberían colocarse en primer lugar:

·         que esté orientado a la demanda,
·         equilibrado en términos de centralización y descentralización,
·         con controles adecuados y oportunos que lo hagan confiable,
·         altamente profesionalizado y con capacidad para atender la demanda,
·         ser una referencia altamente competente como base de su autoridad, y
·         participar en forma destacada en el proceso de educación estadística, en todos los niveles, que se desarrolle en el país



[1] “Big Data”
[2] Castells
[3] Latour

05 abril 2016


En Defensa De Las Buenas Prácticas Estadísticas
El Círculo de Ex Directores Provinciales de Estadística, constituido por los abajo firmantes con el objetivo de contribuir con las buenas prácticas en la elaboración y uso de las estadísticas, y frente al proceso desarrollado en el INDEC y a la situación resultante, que resta a la república una herramienta esencial en la democracia, declara que para superar las presentes dificultades corresponde:
  • DESTACAR que el acceso por parte de la sociedad a la disponibilidad de información estadística relevante, confiable y oportuna, es un derecho humano fundamental de los ciudadanos de cualquier país. Así se define en el punto 19 de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” aprobada por las Naciones Unidas.
  • EXIGIR el respeto a los “Principios Fundamentales de las Estadísticas Oficiales” de las Naciones Unidas (2013), la adhesión a la “Declaración Sobre Ética Profesional” del International Statistical Institute (2010) y la aplicación de la propuesta del “Código de las buenas prácticas de las estadísticas” aprobado por la CEPAL (2011). Esos compromisos regulan claramente los derechos y obligaciones de todas las partes en el proceso de producción estadística.
  • RECONOCER que por el proceso vivido por el INDEC, máximo organismo estadístico nacional, entre 2007 y la actualidad, el derecho a la disponibilidad de información fue conculcado y no se respetaron los principios, normas de conducta ni criterios prácticos establecidos en los acuerdos señalados precedentemente.
  • RECLAMAR que las autoridades del INDEC, en el caso que las auditorias y controles prueben que durante el lapso indicado se hubiera incurrido dolosamente en tergiversación, omisión o adulteración de datos de los censos y/o estadísticas, inicien las correspondientes acciones judiciales contra los responsables de esos actos, a lo que están obligados por su condición de funcionarios públicos. (Artículo 17 de la Ley de Estadística Nº 17622).
  • REQUERIR a las actuales autoridades que, con carácter de política de estado, se elabore un nuevo régimen legal en materia estadística, especialmente en lo referente a la dependencia funcional del INDEC, la creación del Consejo Nacional de Estadística, un claro reconocimiento del federalismo mediante la correspondiente atribución de funciones a las Direcciones Provinciales de Estadística y el fortalecimiento de la enseñanza estadística en todos los niveles.
  • URGIR una pronta profesionalización del INDEC y de las Direcciones Provinciales de Estadística teniendo en cuenta la idoneidad avalada por una sólida formación en Estadística, y la creación de los órganos independientes encargados del estricto control entre pares sobre los aspectos éticos y de la práctica profesional estadística.

Se invita a adherir a la presente Declaración ingresando a la siguiente dirección electrónica:ADHERIR

Dr Hugo Ambrosi, (Santa Fe, 1971-1991) .-  Eº Armando Blúa, (Corrientes, 1978-1988)
Eº Mario J. Garber, (Chaco, 1968-1993)  -  Eº Norberto V. Rodríguez, (CABA, 1987-1993)1

09 enero 2016

Urgente vs. Importante



Que el apagón del INDEC no impida ver lo importante: el carácter federal del sistema estadístico.


Dr. Hugo Oscar Ambrosi


Tampoco puede cambiar las cosas, una ley de estadística aislada de un programa político, comprometido y participativo, con metas claramente definidas. Una ley de estadística amplia y moderna, debe ser código y agenda de trabajo, estandarte y garantía de la acción colectiva.

Clarín, el 31 de enero de 2007, publicó: “La historia, en estos casos, la escriben los que miden.”, en ocasión del combate final por la toma del INDEC. Ayer, casi 9 años después, se publicó el decreto 55/2018, que declara la Emergencia Estadística. O como se está diciendo, el “apagón estadístico”. Para reparar el gran desaguisado
En aquella fecha se separaba de sus funciones a la Directora del Índice de Precios, que hoy pasó a revistar como Directora Técnica del INDEC.
El periodista llamó a esas escaramuzas una fase de una guerra atípica, que se libra sobre bases de datos, ponderadores y otros elementos estadísticos: la puja entre el Ministerio de Economía y el INDEC.
Si se lee el decreto 55, se encuentra en el cuarto párrafo de los considerandos la frase, que justificando la decisión dice: “suministrar información estadística suficiente y confiable en temas particularmente sensibles como precios al consumidor, producto bruto interno y comercio exterior”.  El Ministro no enfrenta al INDEC, desprestigiado y decadente, pero reserva las urgencias solamente para su territorio.
¿Acaso no estamos urgidos por conocer la realidad de la salud, de la educación, del empleo?  No se reconoce todavía que el Censo 2010, además de violar la Constitución por  su fecha, dio sobrados indicios de fallas. Resulta difícil pensar en basar una política social seria sobre esos datos.   
Está fuera de discusión que el Ministro necesita las cifras como guía de su gestión. Es lo urgente. Pero no es todo. Y menos aún es todo lo importante.
Siguiendo la  metáfora bélica, la emergencia estadística  es una medida para enfrentar la caótica situación encontrada en el INDEC. Tácticamente corresponde suspender algunas normas, para poner orden y tomar posesión de esa plaza fuerte.
Pero eso no es todo. ¿Cuál es la estrategia de mediano y largo plazo? ¿No tiene que estar la táctica contenida en una visión de los objetivos y metas de mediano y largo plazo? Si no se sigue un orden que establezca lo importante, como guía para priorizar las urgencias, el apuro puede afectar negativamente los  objetivos importantes.
Por ejemplo el artículo 1, declara dentro del alcance de la emergencia estadística al Sistema Estadístico Nacional (SEN)[1], que  está integrado por los servicios estadísticos de los Ministerios y Secretarías de Estado, los servicios estadísticos de los Comandos en Jefe de las Fuerzas Armadas, los servicios estadísticos de organismos descentralizados de la Administración Nacional, los servicios estadísticos de las Empresas del Estado, los servicios estadísticos de los gobiernos provinciales, los servicios estadísticos de los gobiernos municipales,  los servicios estadísticos de las reparticiones autárquicas y descentralizadas, provinciales y municipales, los servicios estadísticos de las empresas provinciales y municipales y los servicios estadísticos de los entes interprovinciales.
¿Qué efecto concreto tiene el Dto. 55/2016 sobre esos componentes del Sistema Estadístico Nacional?   ¿Se modificarán sus estructuras, se revisaran sus plantas de personal? Si como resulta imaginable no fuera así, ¿cuáles serían las consecuencias?
Las direcciones de Estadística de San Luis y de la CABA,  son parte del SEN. Les alcanza también el Decreto 55. ¿Con que objeto?
La actividad estadística ha sido delegada por las provincias a la Nación, solamente en el caso especial del Censo Nacional de Población (Art. 47.- Para la segunda Legislatura deberá realizarse el censo general, y arreglarse a él el número de diputados; pero este censo sólo podrá renovarse cada diez años). En todas la otras materias, corresponde a las provincias el derecho a hacer las estadísticas que crean convenientes. Gracias a eso, hoy se cuenta con los índices de San Luis y de la CABA.
En resumen, la declaración de la Emergencia Estadística, constituye un paso menor en términos de los cambios necesarios, como describiéramos anteriormente[2]
El balance de los primeros días de gestión ha puesto en evidencia un Sistema Nacional de Estadística real, concreto y vital, que ha proporcionado los recursos iniciales para la reconstrucción. No solamente los índices provinciales mencionados antes. También el trabajo del sector privado ha mantenido una ventana abierta a la observación de la realidad. Esa fue la batalla que ganó Todesca y cuyos galardones luce en sus funciones actuales.
Es justo entonces esperar que se tenga en cuenta esa realidad preexistente, cuando se rediseñe el modelo de red de información estadística que le sirva al país y a la democracia.
La Capital publicaba en 2009:  “Tampoco puede cambiar las cosas, una ley de estadística aislada de un programa político, comprometido y participativo, con metas claramente definidas. Una ley de estadística amplia y moderna, debe ser código y agenda de trabajo, estandarte y garantía de la acción colectiva.
No basta con un mero recetario, con un compilado de fórmulas recomendables. ¿De qué puede servir tomarle regularmente la fiebre, si no sabemos que tiene el paciente ni que tratamiento darle?
En una sociedad encaminada hacia el futuro, la estrategia nacional de desarrollo estadístico debe establecer sus prioridades siguiendo las metas de la estrategia de desarrollo humano adoptada. Por ejemplo, los objetivos de desarrollo del milenio.
Para saber dónde estamos, es necesario que la estadística haga su tarea. La estadística no sólo sirve para predecir el futuro. Fundamentalmente es una herramienta para producirlo. Por esa razón, un sistema restringido a ocuparse de indicadores, índices, tasas y porcentajes, será siempre inadecuado para el desarrollo y funcionamiento de una sociedad democrática” [3]








[1] Art 4 ley 17622.
[2]  http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2015/12/edicion_2585/contenidos/noticia_5110.html#st_refDomain=www.facebook.com&st_refQuery=
[3] http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2009/9/edicion_327/contenidos/noticia_5324.html

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