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03 octubre 2019

OPINIONES SOBRE PROYECTO DE LEY DE ESTADISTICA

El siguiente cuestionario le ayudará a registrar sus opiniones sobre el texto del proyecto de Ley de Estadística




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PROYECTO DE LEY DE ESTADISTICA
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12 septiembre 2019

III.- ¿En marcha hacia la República de los Datos?



Dr. Hugo Oscar Ambrosi
Miembro del Club Político Argentino
Miembro de Argentina Conversa

La propia instancia de consulta a la cual está siendo sometido el texto del proyecto de ley de estadística diseñado en reemplazo del actual Ley vigente N° 17622, nos está indicando que el mismo puede ser tomado, y más precisamente, debe ser tomado como una versión preliminar Desde ese ángulo trataré de señalar algunos aspectos que a mi entender pueden mejorar y aumentar la coherencia en el proyecto presentado.
La norma incluye 56 artículos que se distribuyen en cuatro títulos sustantivos y un conjunto de disposiciones complementarias y transitorias.

Título I  “Disposiciones Generales”

Bajo el título de Disposiciones Generales se abren dos capítulos. El primero enumera los principios de las estadísticas oficiales tomados de la resolución de Naciones Unidas sobre esa cuestión. Sin desmedro de  tan importante declaración, sería conveniente  expresarlos en forma más abreviada y contundente, considerando su naturaleza  declarativa. En el texto clásico de Margaret Martin, se proponen tres Principios para una agencia federal de estadística
• Relevancia para las cuestiones de política
• Credibilidad entre usuarios de datos
• Confianza entre los proveedores de datos
En línea con lo anterior, la misma autora señala como objetivos de la práctica estadística los siguientes:
• Una misión claramente definida y bien aceptada
• Una fuerte posición de independencia
• Desarrollo continuo de datos más útiles.
Apertura sobre los datos proporcionados
• Amplia difusión de datos
• Cooperación con usuarios de datos
• Tratamiento justo de los proveedores de datos.
• Compromiso con la calidad y los estándares profesionales de práctica
• Un programa de investigación activa
• Avance profesional del personal
Coordinación y cooperación con otras agencias estadísticas.
En el Capítulo II se describe la integración del Sistema Estadístico Nacional. En ese punto cabe hacer una observación, ya que lo que referencia es el conjunto de servicios estadísticos del sector público, por lo que naturalmente debería identificarse como Servicio Estadístico Nacional.
Hacer esa elección no es solamente una cuestión de terminología sino que afecta de manera muy central el marco conceptual sobre el cual se construye la norma legal que se está analizando,  ya que la idea de que el sistema estadístico de un país lo constituyen solamente los servicios estadísticos públicos es una concepción incompleta y anticuada.
Es fácil ver que la información influyente utilizada para la toma de decisiones tanto públicas como privadas en un país hoy excede ampliamente el hipotético monopolio del Estado sobre las mismas. Nos puede servir para eso volver sobre la experiencia del apagón estadístico producido en el 2007 para ver cómo la sociedad reaccionó proactivamente, y tanto desde el análisis como desde la explotación de fuentes alternativas aparecieron sustitutos de diversa calidad para la información que se ocultaba. En la misma dirección hay que reconocer la creciente influencia de las fuentes no tradicionales, ajenas a la tipificación clásica de las fuentes estadísticas oficiales, que vienen de la mano de la dinámica de las nuevas tecnologías en particular a través de las redes sociales.
Sin embargo esa no es la exclusión más crítica. La alarma la dispara la ausencia en ese lugar de los usuarios de la información, que claramente determinan el rumbo de la actividad estadística si queremos que sus resultados se evalúen por su utilidad, lo que inevitablemente lleva a que el sistema deba ser orientado por la demanda, la cual resulta influenciada por las necesidades de información relevante para los problemas a resolver y las decisiones a tomar tanto en el ámbito público como en el privado. Existe un estrecho vínculos entre utilidad y relevancia.

Título II   “Instituto Nacional de Estadística y Censos”

El Capítulo I describe las características del nuevo Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Son tres artículos con numerosos incisos de los cuales se puede señalar el artículo séptimo qué propone darle autarquía al instituto, pero dejando clara su dependencia del Poder Ejecutivo Nacional. Sería interesante que los autores aclararan cómo pueden llevarse a la práctica dichas condiciones.
Es necesario tener siempre en mente cuál ha sido la más importante debilidad del sistema hasta ahora vigente. Que no fue otra que la desprotección que tanto por su jerarquía como por su dependencia afectó al actual INDEC y qué, supongo,  esta ley debe tratar de remediar.
El siguiente Capítulo II trata la cuestión de las autoridades del Instituto. Este asunto se desarrolla en 8 artículos y como tal es el capítulo más extenso del proyecto. Hay dos artículos correspondientes a características del director general que aparecen en el texto distribuido en el Capítulo III qué se refiere a la Comisión Bicameral.
En forma muy sintética, la importancia otorgada a los procesos de designación y remoción refleja la preocupación por la estabilidad del director. Esa sin duda es una precaución necesaria pero claramente insuficiente para orientar el sistema estadístico hacia metas superiores.
Más importante en cuanto al rumbo de la organización que se está diseñando es que entre los requisitos se sigue ignorando las competencias profesionales de los estadísticos, en cuya formación Rosario en particular ha sido pionera. Que se siga recurriendo al concepto de idoneidad, que nadie puede discutir pero también resulta claramente mejor avalada por los títulos habilitantes y por el reconocimiento que la sociedad hace de dichos títulos. Tema del cual también la provincia de Santa Fe se destaca por haber reconocido el carácter profesional de los Estadísticos, que en nuestro territorio está regulado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas.
En el siguiente Capítulo III, bajo el título de Comisión Bicameral de Seguimiento del Sistema Estadístico Nacional se incluyen dos artículos que establece la conformación de dicha Comisión y sus funciones, que curiosamente se refiere en primer lugar al proceso de remoción del director general
En segundo lugar dice que podría recibir el Plan Estadístico Nacional y los informes sobre su cumplimiento no dejando claro la naturaleza de dicha intervención, que aparece en potencial, como contingente. Sin embargo es la Innovación que,  aunque tibia, considero debe rescatarse porque es el movimiento más claro hacia lo que resulta un cambio necesario en nuestro sistema estadístico.
Así como el Congreso interviene y aprueba el presupuesto nacional, debe asimismo intervenir y aprobar el Plan Estadístico que debería reflejar la marcha de la realidad sobre la cual dicho presupuesto se aplica. Tal es el paralelismo que también el presupuesto aparece regido por una Comisión Bicameral que cuenta con una oficina de presupuesto del Congreso.
Y lo dicho antes revela que una carencia de la organización administrativa invalida las posibilidades de que la Comisión desarrolle una labor efectiva. La falta de un órgano ejecutivo es decir de una Oficina de Estadística del Congreso hace que no cuente con los medios para tener una intervención efectiva y oportuna.
En el Capítulo 4 se crea el Consejo del Sistema Estadístico Nacional, al cual se dedican 5 artículos. Según el texto introductorio del proyecto, se trataría de un consejo consultivo multidisciplinario de expertos. El  Artículo 22 expresa que tendrá la función de intervenir en los procesos para la remoción del director general según los términos de la ley y de aprobar el plan estadístico nacional y la memoria anual.
¿Cuál es el perfil que tendrán los integrantes del Consejo?. Sí,  como se dice en la introducción,  se trata de un consejo consultivo multidisciplinario de expertos debería aclararse si tendrán que ser expertos en el campo de la producción estadística o expertos en determinadas áreas de gobierno o de la producción de la ciencia.
Según sea la calidad de los integrantes respecto a las alternativas anteriores será la naturaleza de las consultas a las cuales podrán responder. Debe hacerse notar también que este Consejo más allá de su integración girará siempre en la órbita el Instituto Nacional de Estadística.
En el modelo qué presenté en “La República de los Datos”, el Consejo además de tener una composición orientada a los usuarios, se integra en su tarea con la Comisión Bicameral.
El Capítulo V se refiere al presupuesto del Instituto Nacional de Estadística y Censos. En cuanto a los recursos, el  inciso a), enumera los que le asigne la ley de presupuesto general de la Nación. En ese sentido debemos volver a ver las atribuciones de la Comisión Bicameral y se destaca la falta de intervención en materia presupuestaria, como parte de la timidez con la que se incluye al Congreso en al armado del sistema propuesto en el proyecto analizado

Título III  "De los derechos y obligaciones de los informantes del Sistema Estadístico Nacional",

Se refiere tanto a  los propios informantes, como a los usuarios, al tratamiento de la información y al secreto estadístico.
No se hace ninguna referencia a las responsabilidades de los profesionales intervinientes en la  producción y los servicios estadísticos, lo cual le resta profesionalismo a la acción del INDEC, en el sentido de la responsabilidad social de sus actores.
Tampoco dice nada del necesario correlato entre las obligaciones de extrema discreción que impone el secreto estadístico, con la posición laboral y remuneración de los agentes públicos obligados por tales limitaciones.

Título IV  “Del régimen de infracciones y sanciones a los fines estadísticos o  censales”

Remite en su articulado al Código Penal, en razón de los actos punibles enumerados: incumplimiento, interferencia, desviación de información y violación de secreto.
Será necesario valuar que en una visión más amplia del sistema estadístico debe reformularse también los conceptos y la tipología de infracciones y delitos. Por ejemplo, los datos estadísticos no son inmunes a las fake news y al hackeo

Conclusión

En el trabajo presentado se puede apreciar la falta de un propósito, de una misión clara del Sistema. La misma  no se puede agotar en términos de la calidad de conformidad con los cánones técnicos. La estadística es un hecho cultural que ofrece una oportunidad de mejorar la  convivencia democrática, enriqueciendo la conversación pública con evidencias relevantes y confiables y, en consecuencia  bajando el tono de la dialéctica hacia un nivel más productivo.
Ese es el argumento esencial para establecer vínculos funcionales estrechos con el Poder Legislativo, que es el escenario central del debate político.
Estadística, ciencia y política son los tres puntos de apoyo de una organización social que aproveche lo mejor de cada  uno de ellos.
En este punto es evidente que ese proceso no tendrá todo el éxito deseado en el tiempo, si no se apoya en un proceso educativo que prepare a la ciudadanía para aprovechar la información mediante su interpretación crítica y una evaluación participativa. “Saber estadística es tan  importante como leer y escribir para el ejercicio de la ciudadanía”, dijo hace más de un siglo H.G. Wells.
Una transformación del modelo estadístico del país, no se reduce a la sanción de una ley. Es necesario llevar adelante una Estrategia Nacional de Desarrollo Estadístico, que desplegada en el tiempo, vaya instalando las diferentes piezas que tienen que ponerse a andar, para que las estadísticas dejen de ser “rituales”, y sean “roca” : Relevantes, Oportunas, Confiables y Accesibles.
Enhorabuena este primer paso que se ha dado desde el INDEC,  y entre todos trabajemos para perfeccionar ese texto, que nos guíe por décadas, en un  recorrido de “mejora continua”.
Buenos Aires, setiembre 12 de 2019

Parte I  http://bit.ly/2mYjjPT
Parte II  http://bit.ly/2n3x1B6
Parte III  http://bit.ly/2nFR8FP

II.- Razones de la ley de Estadística


Dr. Hugo Oscar Ambrosi
Miembro del Club Político Argentino
Miembro de Argentina Conversa

Una anomalía reveladora

La situación creada en el INDEC desde 2007 confirmó la incapacidad de la legislación vigente para evitar sucesivos episodios de abuso, que culminaron con las maniobras que destruyeron el IPC. La falta de controles y contrapesos no permitieron neutralizar oportunamente las presiones ejercidas, en diversas oportunidades, sobre las oficinas productoras de estadística y los técnicos que se desempeñaban en ellas.

Propósito

Una ley de estadística surge como condición necesaria para la puesta en marcha del proceso de generación de información relevante y oportuna en una sociedad republicana y democrática.
La estadística moderna es un producto reciente de la cultura contemporánea. Mas allá de valiosos antecedentes, en diversos lugares y ordenes de la actividad humana, el siglo XX aparece claramente como el momento en que se constituye plenamente como disciplina omnipresente en los más diversos campos de la acción y del pensamiento.
Poderoso motor del avance científico y del conocimiento de la sociedad, se levanta como el más poderoso recurso para abandonar los caminos de la violencia, precursores de la guerra, en la solución de las controversias. Somos testigos hoy, de la necesidad de transformar un escenario de amenazas y confrontación en otro de conciliación y negociación.
En ese campo despliegan sus recursos la razón y la empatía, en la batalla central de nuestro tiempo que es acabar con el hambre y las desigualdades que afligen a nuestra sociedad.
La práctica de esos nuevos modos de enfrentar los problemas y de elaborar consensos requiere que el proceso de toma de decisiones, elemento clave del sistema político, se adecue a estas nuevas condiciones.
Es necesario abandonar una retórica fundamentalista, basada en la construcción de un relato imaginario, que interpone creaciones fantásticas entre la ciudadanía y la realidad.
El consenso, cimiento de la marcha democrática, debe elaborarse a partir del intercambio de opiniones informadas, según el canon del moderno paradigma científico.
La ley de estadística debe servir para que la reforma política llegue a lo sustancial, y no se entretenga solamente en el perfeccionamiento de los sistemas electorales. Día a día debe ejercerse el derecho a participar,  a opinar y a debatir, en busca de los acuerdos pacíficos que permitan el avance de la sociedad hacia las metas de bienestar y felicidad de todos.
Por otro lado la crispación social resulta alimentada por un debate plagado de subjetividades. Una dialéctica abonada a todas las falacias, que reduce las opiniones a una cuestión prontuarial, aleja la razón de los problemas reales.
Es necesario saber de qué se habla, para no elegir como objeto retorico al adversario y no al  problema real.
Cuando un problema aún no logró ser expresado en términos de información numérica, quizá se esté en los comienzos del conocimiento, pero difícilmente se podrá admitir que se ha avanzado en el camino de la ciencia, cualquiera sea el tema que se considere... (Lord Kelvin)

Autoridad Estadística

EL Congreso, como institución paradigmática de la Republica, es el lugar natural para que se desarrolle una nueva forma de enfrentar los problemas. Una forma que admita que se debe saber de  qué se habla. Que parta de la coincidencia en el diagnóstico para compartir el planteo del problema y sopesar las distintas interpretaciones.
LA Autoridad Estadística es el elemento  central, la piedra angular del sistema requerido. Es en ese punto donde cada país debe encontrar el sistema que le asegure a la producción estadística el equilibrio de fuerzas, que permitan contar con la información relevante, de calidad y oportuna, que se necesita para la gestión de los asuntos públicos y para la dirección de los negocios privados. Esas condiciones se encuentran por obra de la Constitución en el Congreso.
La demanda, bajo esa autoridad, no solamente  se expresa ordenada y consensuadamente, sino que está en condiciones de asignar los recursos necesarios para financiar los requerimientos que formula, a través del Presupuesto Nacional.
Los problemas deben reflejarse en una representación compartida de la realidad, en números o cantidades sobre las cuales no haya discrepancias graves. Por ejemplo, sobre el porcentaje de desempleo, la proporción de pobres, la tasa de mortalidad infantil, la deserción escolar, etc. Logrado eso, la discusión será entre las distintas alternativas para mejorar o corregir esa situación problemática.
La decisión sobre el camino a seguir, surgirá de la discusión en términos de valores. Entre ellos la comparación de la efectividad de cada alternativa.
Elegida una opción, racional y democráticamente, se podrá medir su performance y en consecuencia el éxito o fracaso de las expectativas, de modo tal que se pueda  corregir el rumbo oportunamente.
En consecuencia, la estrategia de desarrollo humano determinará entonces el conjunto de medidas y de indicadores necesarios. Esto permitirá decir que el sistema de información está orientado a la demanda.  Esa demanda refleja el fuerte vínculo entre el camino de desarrollo elegido por el país y el repertorio de índices utilizados para guiar la marcha por ese camino.
A partir del principio básico de que las acciones se orienten a los resultados, queda definida una forma de gestión basada en la evidencia.
Ese encuentro necesario entre el saber y el poder, es razón suficiente para el papel preponderante del Poder Legislativo en el sistema de información estadística. También emerge de ese vínculo y de la función de control propia del Parlamento, la actividad que le corresponde a la oposición en dicho sistema.
Con el reconocimiento de que no es  suficiente un cambio en el sistema de información, sino que debe estará acompañado por una reforma política que haga necesaria la información y que defina claramente que se hará con los datos recopilados. El sistema se justifica por el uso que se les de a sus resultados.

Principales dimensiones

El núcleo central del modelo que se propone, es la clara identificación de la demanda de información, relevada y organizada desde el Parlamento, como expresión superior de la diversidad de la República. Esa demanda se expresará en términos de largo y mediano plazo, y como programas anuales.
Por otro lado, se establecen los organismos productores de estadística, los cuales tienen una larga y conocida tradición en el mundo. En los últimos años, han sido estudiados sistemática y comparativamente con exhaustividad por diferentes organismos internacionales, que han producido un material muy abundante, capaz de adecuarse a las diversas idiosincrasias nacionales
Para que la acción del Congreso sea efectiva, es necesario que la conducción estratégica superior y la supervisión general se lleve a cabo por intermedio de una Comisión Bicameral, la cual mediante su carácter colectivo, con una representatividad privilegiada de la oposición, garantice la producción de la información necesaria para el control y evaluación de la gestión.
La Comisión será el árbitro superior y ejercerá la vigilancia de las actividades que estarán a cargo de las dos unidades ejecutivas. Por el lado de la demanda, la Oficina Estadística del Congreso y por el lado de la producción el Instituto Nacional de Estadística, agencia independiente del Poder Ejecutivo.
La simetría entre la oferta y demanda, con el arbitraje de la Comisión, le darán al sistema un equilibrio dinámico, caracterizado por un proceso de mejora continua de los procesos y los productos del sistema de información estadística nacional.
En ese sentido, la misión de la Comisión será responsable de:
  • Aprobar la Visión Estadística Decenal y los Planes Estadísticos de Plazo Medio.
  • Dictaminar sobre  el proyecto de  Programa Anual de Estadística.
  • Promover el desarrollo del sistema federal de estadística.
La Comisión Bicameral como autoridad estadística superior y el Congreso como lugar de debate y de sanción de las políticas, requieren de un organismo técnico de soporte la ejecución de las actividades de programación, control y análisis de los resultados del sistema estadístico.

La Oficina Estadística del Congreso

Esa Oficina  Estadística del Congreso será la oficina ejecutiva del Congreso que llevara adelante las decisiones tomadas por este, a través de la Comisión. Al mismo tiempo prestara asesoramiento a los legisladores en ocasión del proceso legislativo propiamente dicho.
Tendrá como misión:
  • Fortalecer la relevancia y credibilidad de las estadísticas oficiales
  • Verificar que las estadísticas producidas por el Servicio Nacional de Estadística respeten los principios del Código de Buenas Prácticas.  
  • Impulsar la mejora y desarrollo del SIEN mediante el fomento y desarrollo de la educación estadística.
  • Contribuir al desarrollo y fortalecimiento de los servicios estadísticos provinciales.  
  • Asegurar la efectiva vigencia de las garantías y protección de los derechos de los proveedores y los usuarios de información.
El Congreso asegura la debida representación tanto partidaria como de las provincias. Pero la complejidad de la sociedad actual, diversa y rápidamente cambiante, aconseja que se organicen canales de recepción de la demanda sectorial y regional. Por esa razón la Comisión necesita instrumentos flexibles a través de los cuales se canalicen las necesidades de información de los diversos sectores de la sociedad.
Para ello convocara  al Consejo Nacional de Estadística, el cual se organizará en dos Cámaras. Por un lado la Cámara de Estadísticas Económicas y Ambientales y por otro la Comisión de Estadísticas Sociales y Demográficas.
La programación estadística, además de estar dirigida a la satisfacción de las necesidades de información, debe servir para la coordinación de los trabajos de manera que se evite la duplicación de esfuerzos y se compatibilicen las definiciones, nomenclaturas y códigos empleados.
Llevar a cabo el trabajo de coordinación de agenda y de contenidos, hace necesario respaldar la voluntad política establecida en  los planes y programas, mediante comités técnicos donde se resuelvan las cuestiones prácticas detalladas.  El Comité de Coordinación de Encuestas     Estadísticas cumplirá esas funciones, reportándose al Consejo Nacional de Estadística.

Principios y prácticas estadísticas en un sistema federal

Se observa gran diversidad en la organización estadística de los países dependiendo de sus tradiciones culturales y de su organización institucional.
Una causa de gran influencia es la naturaleza federal del país, como es nuestro caso. Las provincias conservan su competencia estadística, que solamente ha sido delegada a la Nación en el caso del Censo de Población.
En consecuencia, las provincias deben contar con sus propias  organizaciones estadísticas, para analizar y proponer líneas de acción de acuerdo con sus intereses.
Sin embargo es necesario establecer formas de coordinación que permitan adoptar los criterios y normas comunes, a los fines de comparabilidad e integración de la información.
Para ello se constituye el Consejo Federal de Estadística, que además de sus funciones como órgano federal, participara del CNE, para expresar las dimensiones regionales de la demanda.
Con esos elementos básicos estamos en condiciones de analizar el proyecto elaborado por el INDEC, pero debe señalarse que el modelo integral incluye otros aspectos, como el de la educación estadística y la profesionalización.
El profesionalismo responsable significa que el proceder técnico está sujeto a la vigilancia, pero también cuenta con el apoyo y la protección del régimen profesional al cual pertenece, y en consecuencia cualquier intento de atropello sobre uno sólo significa el desconocimiento del régimen al cual ajusta su conducta.
Si el país aspira a avanzar en el camino de mejores estadísticas que sirvan para la aplicación de políticas basadas en la evidencia, deberá salir del encuadre reduccionista con el que hasta ahora se piensa el sistema estadístico. Tendrá que reconocer que dicho sistema es mucho más que el servicio estadístico público. Debe incluir, como se ha visto, las provincias, la comunidad de usuarios, el Poder Legislativo y, sobre todo, una política educativa que sirva al desarrollo de la cultura estadística de la ciudadanía.[1]
Buenos Aires, setiembre 9 de 2019

Parte I  http://bit.ly/2mYjjPT
Parte II  http://bit.ly/2n3x1B6
Parte III  http://bit.ly/2nFR8FP



[1] Los interesados pueden consultar “LA  REPUBLICA DE LOS DATOS” (http://bit.ly/2lNbLOT)


I.- Una nueva Ley de Estadística se propone en reemplazo de la 17622




Dr. Hugo Oscar  Ambrosi
Miembro del Club Político Argentino
Miembro de Argentina Conversa

      El Instituto Nacional de Estadística y Censos ha puesto a consideración de la sociedad un proyecto de ley de estadística que, según dice el documento distribuido, ha sido preparado consultando a los principales organismos internacionales que se ocupan de dicha materia. 1
1 Disponible en https://www.indec.gob.ar/ftp/documentos/consulta_publica_ley_estadistica.pdf
      El texto es extenso ya que consta de 56 artículos organizados bajo cuatro títulos. Con esta Norma se propone reemplazar la ley nacional 17622 de la cual el año pasado se recordó el 50°aniversario, siendo oportuno en esta ocasión recordar la naturaleza de dicha Norma qué fue dictada bajo el gobierno de Juan Carlos Onganía, lo cual explica sus características principales, que le otorgan un carácter tecnocrático 
      Teniendo en cuenta que las cuestiones estadísticas despiertan cierta ansiedad, debida a que muchas veces predomina en su tratamiento el lenguaje matemático, es necesario aclarar que la naturaleza de la estadística en un sentido amplio, se extiende más allá de las fórmulas y ecuaciones qué definen la estadística matemática. 
      Para ver claramente hasta dónde llega la estadística en el mencionado sentido amplio, basta pensar que los procesos estadísticos surge de necesidades emergentes de problemas en los más distintos campos de la actividad humana y cuya solución hace necesarios los datos cuyo uso por parte de los responsables o interesados en dichos problemas, los define como usuarios de la información.  
      Sin mayores consideraciones se puede ver que dichos usuarios son los demandantes de la información, que en parte reúnen por sí mismo o en otros casos, por la magnitud de los fenómenos a observar, trasladan esa recopilación a los estadísticos y a las unidades de trabajo que estos organizan bajo el nombre de oficinas de estadística. 
      En el otro extremo encontramos que, especialmente en materia de estadísticas sociales, la fuente básica de los datos son las personas. Alguien dijo alguna vez que toda la información que necesitamos de la sociedad está dentro de la cabeza de la gente y que el único trabajo es sacarla de allí. Y con toda seguridad se puede afirmar que no existe fórmula o ecuación que asegure obtener dicha información, la que se emite mediante el lenguaje, bajo las condiciones complejas e inciertas de la conducta personal. (Encuestas electorales, por ejemplo)
      He aquí entonces que la estadística matemática aparece rodeada por dos anillos. uno de informantes y otro de usuarios, que no son algebraicos de ninguna manera. 
      Desde el momento mismo en que admitimos como parte de la complejidad estadística la presencia del hombre tanto como sujeto particular o como sujeto social debemos reconocer que el campo de estadística está definitivamente instalado en la sociedad y como consecuencia natural en la política. 
      En esta introducción no podemos dejar de mencionar otro aspecto que suele escapar a una primera mirada sobre la estadística, a esa mirada reduccionista que  la asimila a colecciones de datos. Lo que se pierde así, es nada más ni nada menos, que el pensamiento estadístico el  cual hace posible tanto informar con precisión cómo analizar con criterios adecuados. 
      Ese pensamiento es el que debe desarrollarse mediante una educación adecuada. Hace más de un siglo el célebre autor de la Guerra de los Mundos H. G. Wells lanzó al mundo su conjetura de que llegaría el día en que saber estadística sería tan importante cómo leer y escribir para el ejercicio de la ciudadanía. 
      Resumiendo, el problema que se aborda cuando de legislar sobre la estadística de un país se trata, es nada más y nada menos que establecer un orden y formular reglas que regule las relaciones entre los usuarios de la información, los productores -profesionales e instituciones- y los informantes, categoría qué nos puede involucrar a todos, en alguna forma según el momento. También hemos visto el rol que le cabe a la escuela para que los procesos estadísticos sean exitosos y ofrezcan resultados eficaces. 
      El diseño del régimen estadístico nacional requiere entonces en primer lugar un concepto claro de qué es Estadística, de cuáles son sus principales funciones en la vida social y política, cómo debe prepararse toda la sociedad para que ese régimen funcione correctamente y permita mejorar la convivencia y aumentar el bienestar. 
      En las siguientes notas se presentará el esquema en el cual se organizan las razones  de unaley de estadística y finalmente se aplicará dicho esquema al análisis de la legislación qué propone el Instituto Nacional de Estadística y Censos con el objeto de valorar la misma y, si corresponde, señalar algún aspecto sobre el cual sería oportuno hacer algunos agregados o cambios.
      BUENOS AIRES, setiembre 4 de 2019

Parte I  http://bit.ly/2mYjjPT
Parte II  http://bit.ly/2n3x1B6
Parte III  http://bit.ly/2nFR8FP

16 agosto 2019

Conversación en el Cabildo

 Hugo Oscar Ambrosi
Miembro de Argentina Conversa
Buenos Aires, agosto 16 de 2019

El espacio Argentina Conversa ha convocado a su presentación el día 28 de agosto en el Cabildo de Buenos Aires1. Esa noticia nos trae el recuerdo de los episodios que tuvieron como testigo al viejo Cabildo y nos lleva a pensar en el vínculo tan especial que sentimos los argentinos desde siempre con ese icono bautismal de la patria.
Quién puede haberse olvidado de la célebre demanda "el pueblo quiere saber de qué se trata", que se escuchó en aquellos días inaugurales de la Libertad.
En múltiples rincones del país se escuchan voces que reclaman diálogo. Los más diversos sectores buscan el encuentro, reclaman el acuerdo, esperan gestos y decisiones compartidas.
Todos ellos salen a la plaza, al foro, armados solamente con la palabra, con una palabra que busca entretejerse con la que trae el otro, y juntos completar la trama de la historia que este país va transitando.
Conversar tal vez sea el acto más común, más corriente, más cotidiano, más prosaico, y al mismo tiempo es el don supremo que completa nuestra humanidad, que nos hace lo que somos: hombres libres viviendo en sociedad. Hasta nuestro cerebro termina de constituirse a través de la conversación con el prójimo, con la realidad, con nosotros mismos, en esas horas de meditación y recogimiento.
Por eso creo que no es menor la importancia que tiene despertar en el Cabildo las antiguas voces que fueron constituyendo la República para que hoy nuevamente los argentinos sepamos conversar sobre nuestras cosas ,las de nuestros hijos, sobre el presente y el futuro de esta tierra generosa.
Algunos hombres hoy tienen una enorme responsabilidad en estas horas difíciles del país. Pero no son solo los políticos que nos llevarán adelante en el camino de la historia. Todos los argentinos debemos estar. Y estar es estar juntos, y estar juntos es conversar, estar juntos es escuchar, estar juntos es decir la verdad y esperar la respuesta, para intentarlo nuevamente si la nuestra no fue entendida o bien nosotros entendemos que no es tan verdadera como creíamos. Una y otra vez. Todas las veces que sea necesario
Conversar es como respirar, que ocurre con simplicidad, silenciosamente, sin embargo, cuando falta nos sentimos ahogados, apremiados por la urgencia.
La palabra siempre ha sido depositaria de una potencia muy especial. Los grandes mitos de la humanidad han sido contados en una larga conversación a lo largo de los siglos.
¿Porque es tan importante la conversación, cuál es su función en la vida y en la sociedad? La conversación es la primera escuela, es el modo en que los hombres aprenden entre sí, en la conversación confluyen el criterio y la experiencia de todos los participantes y se amalgaman. En la conversación la mente se pone en modo aprender, cuya clave no está tanto en hablar sino en escuchar. Escuchar permite enriquecerse, permite sumar a lo propio el capital ajeno, permite crecer.
La conversación mejora con el ejercicio, como un músculo. Se entrena y se prepara siempre para mayores esfuerzos, para mayores logros, para un encuentro más enriquecedor cada vez.
Sin embargo la conversación no es sólo escuela y entrenamiento. La conversación es fundamentalmente un gesto moral, una declaración enfática de amistad y de respeto. Un reconocimiento a la valiosa humanidad del otro, un abrazo al prójimo y una propuesta de caminar juntos.
La conversación encarna con privilegiada determinación la regla de oro de la moral. El que escucha sabrá hablar a su turno y espera naturalmente qué el que habla primero lo escuchara después.
Como quiere ser escuchado no interrumpirá ,para no ser interrumpido a su tiempo.
¿Y cuál es la consecuencia fundamental de este proceso donde escuela, gimnasio y moral confluyen en la vida de los hombres? Precisamente que podamos estar juntos, que podamos ser sociedad, que podamos gobernarnos con madurez y en armonía.
Bienvenida esta Conversación Argentina que entre los muros antiguos, ante los lares tutelares, nos convoca a un gran fogón virtual que nos reuna, y unidos hagamos nuestro mejor esfuerzo para caminar hacia el futuro, bajo la “enseña que Belgrano nos legó”.


1http://bit.ly/argentina-conversa


15 mayo 2019

Conversando se entiende la gente



Difícil es, sin embargo, atraer a esta costumbre a los hombres de mi tiempo, quienes no tienen el valor de corregir, porque carecen de fuerzas suficientes para sufrir el ser ellos corregidos a su vez; y hablan además con disimulo en presencia los unos de los otros. Montaigne

Conversación.   ¿Conversar? ¿Entre nosotros…?  ¿Con ellos…?  ¿Conmigo mismo…?
Sería difícil encontrar algo tan extendido, al alcance de todos, que se manifiesta en cualquier circunstancia. Y desaparece cuando menos se lo espera.
Desde la charla balbuceante del bebé que, en su impotencia verbal, traduce sus declaraciones, reclamos y protestas en llanto, hasta las últimas palabras dichas al oído o expresadas sujetando la mano afectuosa que acompaña. Desde la cuna a la tumba, toda la vida es una conversación. ¿Cuántas veces con nosotros mismos? ¿Cuántas noches nos preguntamos, nos decimos, nos prometemos, nos reclamamos? ¿O rogamos, rezando, implorando, a Dios, al Universo, a la Vida, al Amor?
¿Cuántas veces esos curiosos y maravillosos momentos en que nos alcanza la felicidad, ocurren en medio de una conversación que celebramos con un amigo?
¿O los sentimos después de resolver un enojo, malentendido, confusión, mediante una charla sanadora? Con alguien al que nos unían -o separaban- ofensas, deudas, promesas, establecidas entre nosotros por palabas dichas o calladas, reclamos presentes, explicaciones ausentes, disculpas o perdones callados.
Argentina conversa surge del reconocimiento de la urgencia de conversar sobre lo que nos pasa a los argentinos, de nuestros tropiezos y dificultades, pero también de nuestras fortalezas, de nuestro potencial. Con el corazón abierto y la mano tendida, para aceptar nuestras diferencias y propiciar el “desarme” de los argumentos alimentados por la intolerancia que, a veces, ha llegado a mostrarse con el rostro desesperado del odio.
La conversación contiene todo. Trasciende el diálogo que es asociativo en la elaboración de un pensamiento.  O el debate que busca tomar una decisión. Y con mucha más razón la polémica, que se propone la derrota del interlocutor.
La conversación es la forma más pura del contacto social, que nos hace humanos. Se conversa en la cocina, en los zaguanes, en el café, en la plaza. No plantea cuestiones de género. Las mujeres superan a los hombres en aprovechar las oportunidades para conversar.
Como bien dice Oakeshott: “En una conversación los participantes no se comprometen en una investigación o un debate; no hay que descubrir una 'verdad', ni probar una hipótesis ni sacar una conclusión. No tienen el propósito de informar, persuadir o refutar al otro y, por lo tanto, la evidencia de sus expresiones no depende de que hablen en la misma forma (en el “mismo idioma”): pueden diferir sin discrepar.
En la retórica es necesario cuidar que, en el fragor de la discusión, no se cometan falacias, que frecuentemente se dirigen a descalificar al interlocutor y no a responder sus argumentos. 
En cambio, la conversación es convocada para estar juntos. Lo que se habla aparece como el ejercicio, la práctica de estar juntos y “dar vueltas”.
Los diferentes resultados logrados tienen en común ser producto del encuentro de los interlocutores, alimentando la conversación. Al final, las partes se despiden satisfechas de los intercambios y predispuestas a volver a encontrarse.
Cada una seguirá pensando, y en ese pensamiento que sigue, sacará provecho de los materiales (datos, opiniones, interpretaciones) que la conversación ha dejado en la conciencia de los participantes.  Y el aprendizaje continua.

El musculo de conversar

La conversación no tiene un local ni vidrieras. Surge en l diversos lugares. En la cocina conversan las   vecinas, que aprovechan para pasarse recetas o prestarse harina. En la peluquería el barbero es el anfitrión del fútbol, la política y las carreras. En el café se repite diariamente el encuentro, en diferentes mesas, de conversadores habituales.    
¿Puede pensarse en los todopoderosos medios digitales como la base de un “conversatorio” político?
De nuevo surge la pregunta ¿qué es la conversación? Anteriormente hice una descripción de cómo la conversación es un acto básico, que nos constituye como seres sociales. Ese acto básico consiste en el empleo del lenguaje que pone en contacto a dos individuos separados, dos historias, dos mentes, que se descubren y a partir de ese momento entablan intercambios en un plano que trasciende lo físico más rudimentario.
Es el encuentro, en la comunicación, de un abanico de posibilidades sobre las cuales quizá es innecesario detenerse. Sin embargo, vale la pena poner atención en la diversidad de formas que puede tomar esa comunicación establecida entre dos o más emisores/receptores. Los actos del lenguaje que se produce en ese espacio son diversos y dependen de las funciones del lenguaje, del contexto y de la situación.
¿Cómo caracterizar entonces al concepto de conversación e identificarlo, si lo es, de otras formas, modos de funcionar del sistema de comunicaciones?
Lo dicho va en dirección a lo expresado por Mc Luhan cuando afirma “el medio es el mensaje”. En ese sentido la conversación se caracteriza por poner el acento en la comunicación, en desarrollarla y mantenerla, lo que podría reflejarse en la expresión que dice “mantener la línea abierta”.
De esa manera la conversación aparece como una primera capa sobre el lenguaje. Sobre esa primera capa se representarán la diversidad de actos de lenguaje dirigidos a objetivos específicos, como informar, advertir, convencer, demostrar, etcétera
Vistas así las cosas, la conversación aparece como el sistema operativo, el programa, o conjunto de ellos, que gestiona los recursos disponibles: vocabulario, saberes, experiencia y deseos proporcionando  el soporte necesario al pensamiento y a la acción. También puede ser vista
la conversación como el músculo que impulsa, moviliza, detiene, sostiene, las acciones del cuerpo.
El desarrollo y fortalecimiento de ese “músculo” requiere que su cuidado y entrenamiento tenga lugar lo más pronto posible. La escuela primaria tiene que desarrollar una activa preparación para la conversación, teniendo en cuenta, como se verá a continuación, en la fuerte relación entre conversar y aprender.

La mente en modo aprender


Por un lado, hay quienes enfatizan la naturaleza del conversar y ponen la atención en su desarrollo. Otros mientras tanto ponen el acento en los resultados que deben obtenerse del desarrollo de las conversaciones. Especialmente en el plano político.
Es un interesante dilema. Del que se puede salir, como de un laberinto, por arriba. Pensando así, creo que la cuestión se puede resolver considerado un enfoque que abarque ambas miradas, considerando no solo el intercambio entre los interlocutores, sino el tema de la conversación, el contexto y la situación.
Pero entonces, ¿Dónde queda la originalidad, el valor propio de la conversación? Una manera de decirlo de forma condensada, se consigue introduciendo un concepto que expresa, según mi punto de vista, el “espíritu de la conversación”.
Ese concepto identifica un estado de la mente, que podemos llamar “modo aprender”. ¿Cuál es el estado de la mente en “modo aprender”? En ese estado la mente: escucha, pregunta, duda, insiste, propone, ensaya, verifica, reinicia, espera, recuerda y sobre todo mantiene activo el canal de comunicación. Todos esos actos se producen atendiendo al contexto y a la dinámica de las situaciones en las que ocurre la conversación.
Para el conversador, el mayor valor está en mantener activa la conversación. El confía que mientras los intercambios suceden, seguirá aprendiendo, el contexto y la situación van cambiando, y por obra del aprendizaje mutuo y de las condiciones externas, pueden producirse cambios en la relación establecida sobre los temas motivos de la conversación, en cualquier dirección, acercando o alejando los pensamientos respectivos de los protagonistas.
Que, por ejemplo, pueden girar su interés hacia otras cuestiones, que   han ganado su atención como resultado de la conversación y de las circunstancias (contexto y situación). Una especie de estrategia indirecta, en el sentido de Liddell, parece gobernar una conversación. Si no se avanza frontalmente, tal vez un desvío nos puede llevar a un resultado satisfactorio.

De que vamos a conversar


Argentina conversa se propone por el camino de la conversación contribuir a la reducción de la grieta que lastima a nuestra sociedad.
La conversación es una herramienta magnífica, una disposición del espíritu que acerca, que coloca el interés en el otro, que busca aprender en el intercambio y de esa manera avanzar hacia niveles de mayor calidad en la convivencia.
Es muy importante que esa poderosa herramienta, ese músculo, aplique la fuerza en el punto adecuado. Cabe preguntarse entonces cuál es el punto adecuado, cuál es la clave de bóveda que sostiene y alimenta el fenómeno de la grieta. ¿Es sólo una cuestión retórica? ¿Se trata sólo de acrobacias verbales ejecutadas para vencer al otro?
O se trata, en cambio, de la presencia de un fenómeno tremendo, muy doloroso, con el cual venimos conviviendo durante décadas, que lastima físicamente, efectivamente, y que de ninguna manera es sólo retórica, lo que ha ido profundizando esa ruptura, esa falta de entendimiento, esa violencia a veces potencial pero frecuentemente efectiva, que hemos dado en llamar elípticamente la grieta. Como si fuera meramente un accidente geológico, como si se tratara de un descubrimiento producto del escaneo de la superficie de un planeta lejano.
Sin embargo, no es así, porque la grieta tiene una clara y definitiva explicación. Es una palabra que tuvo reconocimiento público como entidad social después del año 1980. En aquel entonces se hizo la primera medición sistemática de lo que dio en llamarse necesidades básicas insatisfechas. El recuento de la población que presentaba esas carencias, dio por resultado un número que constituyó el tamaño de la pobreza en la Argentina.
Más allá de los procesos estadísticos, empezó a identificarse un grupo de personas, los “pobres”, que fue aumentando de número de manera acelerada hasta instalarse en las últimas décadas entre un cuarto y un tercio de la población argentina.
Durante este período la Argentina tuvo momentos de crisis y otros de mejoría, pero el balance del deterioro producido en los momentos de crisis nunca fue totalmente compensado por los momentos de mejoría.
Así Argentina está partida, y no está partida porque siempre en su historia haya tenido divergencias ideológicas, que pusieron a uno de un lado y a otro de otro. Está partida por la sencilla y verificable razón de que algunos tienen demasiado poco. La desigualdad en la distribución de los bienes del país es vergonzosamente enorme.
Eso hace que entre unos y otros se abra ese abismo que parece impedir todo contacto, toda comunicación, lleno de un vacío donde de un lado sobrevive un mundo privado de esperanzas y de ilusiones y en el otro borde permanecen abrumados por el peso del dolor de esos compatriotas, quienes hacen lo que pueden individualmente para atenuarlo, cuando están próximos a ellos, pero careciendo de una reacción colectiva eficaz y decidida para hacerse cargo como sociedad del tremendo drama cuyas penurias ya cubren a dos o tres generaciones familiares.
Es necesario tender puentes, y la conversación puede ser el artífice de esas construcciones, poniendo la atención clara y nítidamente en el otro, en el que padece aquellas NBI descubiertas con el censo de 1980.
Ese puente deberá tender su arco sostenido por una empatía profunda y resistente, y la única manera que es posible comenzar a construirlo es desde los altos valores sociales y espirituales que pueden compartir quienes no sufren el ahogo de la miseria, la ingrata opresión de la privación más elemental, la del techo, la del agua, la del pan.
Satisfecho el hambre, el cobijo, el trabajo, la salud y la educación, el país todo dará un salto de crecimiento y de progreso, porque se incorporarán al esfuerzo colectivo todos aquellos que hoy triste y lamentablemente sufren el estigma de parecer, aunque no lo sean, una población sobrante.
Por esa razón nuestra conversación, si van a suturar heridas, van a fomentar abrazos, deberán arrimarse al fogón virtual de corazones fraternales.
¿Qué tema puede involucrarnos a todos? Hay quienes tiene un amplio conjunto de intereses, que trascienden la sola satisfacción de alguna carencia. Carencias que se manifiestan a lo largo de un amplio conjunto de motivaciones, desde las más intolerablemente deficitarias, al decir de Maslow, hasta las más altas de auto- realización espiritual, estética o de conocimiento.
Pero, en el otro extremo, la lucha cotidiana es por la subsistencia y las motivaciones quedan oprimidas bajo el techo de las necesidades básicas insatisfechas, del agobio de sobrevivir y tolerar condiciones inhumanas para esa vida que apenas sobrevive.
En consecuencia, quien tome la palabra deberá hablar en la lengua de los desangelados, los privados de la esperanza, nacidos en hogares con esas penas y cuyos hijos heredan el mismo triste destino.
No es simple ni fácil postergar los aguijoneos de nuestras propias demandas motivacionales, de la clara percepción sobre la urgencia de algunas cuestiones, que tienen que ver con los niveles de realización personal, altos en la pirámide de Maslow, o con procesos cuyo ritmo entendemos que tendrán efectos nefastos en algún futuro más o menos cercano.
Para el desempleado, que está desempleado hoy, no hay un proceso que lo despedirá dentro de 5 años. Es hoy.
El que tiene hambre es ahora, en este momento. No cuando el ciclo económico se vuelva más amigable, pero, tal vez, tampoco lo perdone en su miseria.
Si con sinceridad queremos hablar con todos, especialmente tenemos que hablar con nuestros compatriotas que sobrellevan una dura existencia y no han conocido otra. Esos que ven con dolor que efectivamente la sociedad los registra. Sí, los registra porque los identifica y los cuenta.  Y a partir de ahí mucha gente estudia esos recuentos. Y hacen tablas, gráficos y mapas.
Pero al barrio solo le llegan voces apagadas, que repiten ¡qué problema!, cuando no es (en tono más bajo) ¡qué peligro!
Si hay que conversar con alguien es con ese prójimo que no es “el otro”, somos “nosotros” con nuestras heridas. Esa herida a la que le dimos el nombre de grieta o fractura social, como si fuera exterior, ajena, cuando en rigor de verdad, está en cada uno. Porque somos seres sociales, existimos en sociedad. “Soy hombre y nada de lo humano me es ajeno”, decían los romanos.
La pobreza es de todos. Impacta en los cuerpos de algunos directamente, pero es un mal de todos que nos desafía a ponerle remedio con toda nuestra energía, empezando por una conversación nacional reparadora, que sirva de incubadora de las decisiones y acciones impostergables que se deben tomar.
Y así, tal vez sea posible que “conversando nos entendamos”, los habitantes de ambas riberas de la grieta.   

Hugo Oscar Ambrosi
Mayo 9 de 2019

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