Si un dirigente cree que está autorizado a decir cualquier cosa en cualquier momento, incluso malos chistes, ha perdido una conciencia de los límites dentro de los que se ejerce siempre, en todas partes, un poder que sea legítimo no sólo por los fines perseguidos, sobre los que puede disentirse, no sólo por los medios utilizados, que pueden discutirse, sino por las formas de comunicarlos.
El stand-up de la Presidenta - 13.08.2012 - lanacion.com :
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