Perfil.com | Edición Impresa | Ficción y realidad
Se nos presenta así a los argentinos un panorama que nos es familiar: un entorno presidencial que establece una espesa muralla de ficción, cimentada esta vez con un relato. Quizás la expresión más emblemática de esta ficcionalización de la política por parte de un poder que parecía no encontrar limitaciones sea el “vamos por todo” reiteradamente empleado por la Presidenta. Y lo que hace patente esta vez la dificultad para distinguir ficción y realidad es, precisamente, que mientras la realidad está erigiendo más y más límites, el discurso presidencial (y el de sus acompañantes) se ajusta más y mas al relato, y otro tanto ocurre con sus acciones