Los intercambios producidos con referencia a las encuestas de opinión son tributarios de cuestiones epistemológicas esenciales, que voy solo a referir: epiteme, doxa y techné.
Sobre la posición de la encuestas en relación a la opinión publica "The Superpollsters How They Measure and Manipulate Public Opinion in America David W. Moore.
En un sentido más general, ya dentro del territorio de la tecnica, desde Deming por lo menos, el error de una encuesta trasciende el mero cálculo del error de muestreo, que docilmente se presta a su cuanitificación mediante una formula, en correspondencia con el diseño de la muestra ( que no siempre, por no decir nunca, corresponde a la muestra efectivamente extraída).
En primer lugar hay que diferenciar entre el sesgo y el error aleatorio. Como ejemplo podemos señalar el texto de las preguntas por un lado y la actitud al responder, desde el rechazo hasta la mentira. Y así se pueden seguir enumerando factores y las correlaciones entre ellos, en la configuración de una descripción del error total. Por ejemplo el efecto encuestador ( o su voz en la telefónicas ver Grooves"Survey by telephone").
Sin embargo, hay una experiencia, que desde el lado de la técnica, ha sido muy impactante en los últimos tiempos. es la de Nate Silver Ver . Su enfoque de este problema lo desarrolla en su libro "The signal and the noise", Penguin Press, 2012. Su sistema de pronósticos le permitió predecir correctamente los resultados de las dos ultimas elecciones presidenciales en cada uno de los estados norteamericanos.
Finalmente, creo que el panorama de las encuestas de opinión, es parte del problema cultural que tenemos con la información estadística. Mas precismanete los que Carlos Araujo ha llamado incultura estadística y que en el mundo anglosajón se identifica como statistical illiteracy.