¿Para que vivir?
Steven Pinker
Pero la pregunta más llamativa que he respondido se me
planteó al concluir una charla en la que había explicado el lugar
común entre los científicos según el cual la vida mental consiste en
patrones de actividad en los tejidos cerebrales. Una estudiante del
público levantó la mano y me preguntó:
«Entonces, ¿por qué
debería vivir?»
Esta es la respuesta.
En el acto mismo de hacer esa pregunta, estás buscando
«razones» para tus convicciones, de modo que estás comprometida con la razón
como medio para descubrir y justificar lo que es importante para ti
¡Y existen tantas razones para vivir! Como ser «sintiente»,
consciente y capaz de sentir, posees el potencial para «florecer» Puedes refinar tu propia facultad racional
aprendiendo y debatiendo Puedes buscar
explicaciones del mundo natural a través de la ciencia, y la comprensión de la
condición humana a través de las artes y las humanidades Puedes sacar el máximo partido de tu
capacidad de sentir placer y satisfacción, que permitió a tus antepasados
prosperar y, por ende, te permitió llegar a existir Puedes apreciar la belleza y la riqueza del
mundo natural y cultural Como heredera
de miles de millones de años de vida que
se perpetúa, puedes perpetuar a tu vez la vida
Has sido dotada de un sentido de compasión o empatía
(sympathy) —la capacidad de querer, amar, respetar, ayudar y mostrar bondad— y
puedes gozar del don de la benevolencia mutua con amigos, familiares y compañeros.
Y dado que la razón te dice que nada de esto es exclusivamente «tuyo», tienes
la responsabilidad de proporcionar a otros lo que esperas para ti misma
Puedes fomentar el bienestar de otros seres «sintientes»
promoviendo la vida, la salud, el conocimiento, la libertad, la abundancia, la
seguridad, la belleza y la paz La historia demuestra que, cuando sentimos
compasión o empatía hacia otros y aplicamos nuestro ingenio a la mejora de la
condición humana, podemos progresar al hacerlo, y tú puedes contribuir a
continuar ese progreso.