Una Estadística para la gente. Inolvidable Discepolin. Al nivel social, nuestro universo político está poblado exclusivamente por mitos y monstruos; Todo lo que contiene es absoluto y entidades abstractas.
27 junio 2022
ESTADÍSTICO O LA BELLEZA DE SER UN ETERNO APRENDIZ
04 junio 2022
Conversando con Sofía
-Vengan, vengan. ¡Cierren los ojos! -
Te hundiste en tu mochila y volviste esgrimiendo entre tus manos el motivo de tu llegada rumorosa Traías el boletín con las notas del segundo bimestre de clases, de tu primer grado.
Tu luminoso primer grado, que confirma en tus calificaciones y en los comentarios de tu maestra el geniecito inquieto que habita en tu cabeza.
Algún día, de cualquier semana, puedo ser testigo de tus berrinches para levantarte y de la santa paciencia que tiene contigo ese papá juguetón en qué has convertido a mi hijo. De la misma manera no deja de asombrarme cuando emprendes tus trabajos de pintadora, donde se destacan nítidamente unos arcoíris increíblemente bellos, rodeados de una abundancia de corazones que enternecen.
Pero a esta altura de tus 6 años, lo que me asombra todos los días en qué hablo con vos o escucho de otros tus ocurrencias, es tu vocabulario. Todos los días estrenas palabras o expresiones, como una dama coqueta luciría vestidos.
No me olvido de la vez que llegaste esgrimiendo con certera eficacia tu más reciente adquisición y ante una observación de Ana que te preguntaba sobre la ejecución de alguna tarea respondiste con una amplia sonrisa
- ¡Obviamente, Ana, ya lo hice! -
Durante los días siguientes vivimos en medio de un reguero de obviedades señaladas con picardía, que se empeñaban en teñir tu inocencia con matices de una inesperada sabiduría.
01 junio 2022
LA REGLA DEL METODO
- En primer lugar, voy a plantear algunas peticiones de principio, con al ánimo de que sirvan para alimentar el debate, interno y abierto.
- La política, en una sociedad republicana y democrática, debe cultivar un enfoque racional, orientado a los problemas.
- En ese sentido se deben incorporar los instrumentos que la modernidad puso a disposición de la civilización y que claramente, no estaban presentes en tiempos de Maquiavelo.
- Después de la “regla de la ley”, que nutre las bases de nuestro sistema republicano, cabe avanzar en la institución de la “regla del método”, que asegure que el soberano democrático tome el camino adecuado para que elija las mejores decisiones, según el mejor conocimiento disponible de las cosas.
- El método debe servir para que las leyes, a las cuales nos sometemos como principio superior de la convivencia, sean sabias, justas y oportunas.
- La clave de bóveda del camino señalado, que no es otro que el método científico, es la información, su producción, crítica, análisis e interpretación.
- La esencia de la información es el concepto de medición. Medir es esencialmente ponerse de acuerdo. Hay un momento, antes de la medición, en que se presta conformidad a la regla. La adopción del metro patrón lo pone en evidencia.
- Una estrategia política orientada a la reparación de las heridas que sufre el cuerpo social, en particular la que llamamos grieta debe apoyarse en la regla del método.
- La modernidad es atacada desde diversos ángulos. Bajo la bandera del postmodernismo, se le enrostran todos los pecados de nuestro tiempo.
- Sin embargo no debe olvidarse que la ciencia y la tecnología no solamente criaron monstruos, sino que también abrieron posibilidades insospechadas para la humanidad.
- El siglo XX fue testigo de grandes tragedias políticas y de grandes hazañas del pensamiento.
- El siglo XXI debe evitar las tragedias y perseguir las hazañas.
31 mayo 2022
REPARACIÓN DE LA ALIANZA INTERGENERACIONAL
Un eje central de la necesaria conversación que el futuro nos reclama, debe ser la reparación de la alianza intergeneracional. La ruptura de esa alianza nos ha vuelto ingratos con los viejos y faltos de compromiso y de interés por los jóvenes.
Este resultado catastrófico tiene como causa la falta de moneda. El Gobierno se ha convertido en un monedero falso que imprime con entusiasmo papeles carentes del valor representativo del dinero.
De esa forma desaparece toda perspectiva, el tiempo se encoge reduciéndose a la dimensión de un punto, no hay vida porque solamente hay instantes, en medio de un amenazante océano de incertidumbre.
Los precios han desaparecido porque lo que hay que pagar por un producto, depende del día, de la tarjeta de crédito o débito, y de la cantidad que se compre. Porque la segunda unidad puede tener un descuento del 40% o más. Y la tercera, en otra oferta puede estar más rebajada aùn.
Pero ahí no termina la cosa. El ilusionismo inveterado practicado desde balcones y tribunas, despliega innumerables trucos. Por arte de birlibirloque, saca de la galera insondable del gobierno, mágicas pociones que permiten vivir sin trabajar, recibirse sin estudiar, cortar las calles para pedir màs y más, en un coro de gargantas exigentes, que, cruzando el desierto de la ineptitud pública, reclama el moderno maná de los planes y subsidios, animado por una vicaría decadente y corrupta.
Un rápido repaso nos enfrenta con vanas promesas, que tuvieron su máxima expresión durante la pandemia. La llegada del virus mortal, acentuó el paternalismo putativo, presumido por un padrastro insensible, que abusa de la ingenuidad esperanzada, o negocia con intereses espurios, canjeando paupérrimos beneficios y prebendas por adhesiones y aplausos. La otra cara de ese paternalismo desnaturalizado es la prepotente exacción de las rentas del trabajo de la gente, para utilizarlas en beneficio de un proyecto antipatria y despiadado.
Estamos condenados a vivir en la intemporalidad de un instante efímero. Apresados en un pasado de terror y quebranto, con cuyo retorno nos amenazan.
El futuro ha sido vaciado de ilusiones y esperanzas, y sólo propone una visión pavorosa de incertidumbre y visiones caóticas a las cuáles vamos inexorablemente.
Sentados en ese no lugar entre el pasado y el futuro, la única salida es hacia arriba.
Buscando nuevamente los principios que nos dieron identidad y la voluntad de honrarlos.
Sanando los sentimientos fraternales, la imprescindible empatía que devuelva a la convivencia, el necesario placer de pertenecer, animus societatis imprescindible.
29 mayo 2022
Argentinos insomnes
¡Harto de estar harto!
Harto ya de estar harto, ya me cansé
De preguntar al mundo por qué y por qué
JMS
22 de febrero de 2022. Se cumplieron 10 años de la tragedia de once. 52 muertos y casi 800 heridos. Juicios sin consecuencias. La impunidad al palo.
22 de febrero de 2022. Ardía Corrientes. El fuego consumió implacablemente la provincia histórica. Como les gusta decir a sus hijos, Corrientes siempre ayudo a la Argentina. Pero este año, qué empezó con fuego, nadie atendió los teléfonos que sonaban en los despachos oficiales. Se desató el infierno más temido y la respuesta fue: “ ¡Arréglense como puedan!”
En coloridos noticieros de pulcros canales de televisión, se alzan coros de voces en lamentaciones y reclamos. Especialistas en hurgar en las heridas, viviseccionan en directo el corazón dolorido de la sociedad. Con cuestionarios implacables indagan hasta que sangra. Una especie de fatalismo estéril atraviesa los medios de comunicación y decanta en una actitud nihilista, casi siempre muy próxima al cinismo.
Las últimas elecciones legislativas dieron un buen resultado a los partidos que se dicen de la oposición. Aclaran que son la oposición responsable. Observando su conducta desde entonces, cuesta creer que hayan ganado.
Se dicen defensores de la institucionalidad y lo que consiguen es fortalecer el status quo. La consolidación de un estado de cosas, de un orden pervertido dirigido al beneficio de un grupo o banda, de la casta que comparte y monopoliza la política, los cargos y las cajas.
el primer mandamiento de los protectores de la institucionalidad dice: Bajo ningún concepto dejarás de pagar los impuestos, porque con los impuestos tenemos los planes, y con los planes tenemos los votos y con los votos creamos los impuestos y así hasta el infinito y más allá.
Un geómetra morboso ha dibujado el diagrama recurrente, en el que estamos encerrados. Todo el trabajo y todo el esfuerzo es esquilmado por múltiples bombas tributarias. Con esos recursos se reclutan personas que son enroladas la furia piquetera de cada día, y tributan su compromiso planero en las urnas, cada tanto.
A pesar de su iracundia, de su agresividad y prepotencia, los piqueteros merecen nuestra compasión. Ellos han sido despojados y sumidos en un estado de necesidad que los hace frágiles y vulnerables.
Las herramientas para quitarles perspectivas y ambiciones han sido en primer lugar, dejarlos sin trabajo y hundirlos en la pobreza, encadenarlos con ayudas fuertemente condicionadas y convertirlos en fuerza de choque e Invasores urbanos.
Ya sumergidos en la miseria material y emocional, todo es más fácil. Se los puede despojar también de la escuela, de la seguridad física y de una salud protegida. Transitando este camino solo resta el tiro del final.
El sistema necesita un reaseguro, con capacidad autónoma de control y disciplinamiento. Eso se logra dejando actuar a los narcos, especialistas en someter personas. Con su complicidad y la acción de la droga deteriorando mental y físicamente, para no mencionar solamente los aspectos sociales, el mecanismo queda armado y aceitado para funcionar indefinidamente… ¡y lo estamos viendo !
El país se quema. Ardemos en un infierno creado, con inteligente perversión, cuyos círculos darian envidia al mismo Dante. Las chispas de ese infierno están quemando Corrientes. En otro círculo está la martirizada Rosario. Y podemos encontrar para cada rincón del país un círculo sin Dios, donde sufren en alguno de los 9 infiernos dantescos.
Ahora resulta que aquella Argentina gloriosa a la que Darío le dedicó maravillado su canto, es solo cenizas, barrida por el fuego histórico de los malos pasos que ha dado tras engañosas quimeras y alucinadas visiones de felicidad a precio de liquidación.
Cambalache fuimos para Discépolo que hace casi 90 años nos sentenció:
Pero que el siglo 20 es un despliegue
De maldad insolente, ya no hay quien lo niegue
Vivimos revolca'os en un merengue
Y, en el mismo lodo, todos manosea'os
Y todavía no había llegado lo peor. La preocupada defensa de los derechos del hombre, cristalizada en la Declaración Universal en 1948, tuvo en estas orillas atentas, un reflejo pretencioso y estéril, en la Constitución de 1949. En sus páginas se imprimieron, con ligereza y ánimo discriminatorio, derechos a derecha e izquierda. Derechos de los viejos y de los niños, de las madres y de los trabajadores, sin otro sostén que una retórica banal. y así fue como rápidamente se abrió una grieta “entre el dicho y el hecho”.
Esos derechos fueron sacrificados en el altar de la épica peronista. Porque fallaron justamente en los derechos básicos, los que igualan a todos los ciudadanos de una república, que se resumen en el comienzo del artículo 2 de la Declaración Universal:
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
No podemos desconocer la influencia que recuperó la Iglesia a partir de 1930 y los avances que logró durante el peronismo, especialmente su participación en la educación, no fueron desdeñables. Ese camino toma nuevo impulso a comienzos del siglo XXI, con la participación destacada de Bergoglio, que no disimula sus simpatías políticas, ni aún cuando fue elegido Papa. La nación católica provee empuje al pobrismo tan caro a los movimientos populistas, como engranaje esencial en el esquema de reproducción del poder.
Conclusión
¿Cuál es el final del hartazgo? ¿Qué hay después del agotamiento de tantos insultos a la inteligencia? ¿Cómo se reacciona frente a tanta violencia, a tanto desvarío, a tanta grosería y barbarie? ¿ Cuando la dignidad se conculca y quedamos expuestos a la prepotencia guaranga?
Estar indignado, es el estado que produce el despojo de la dignidad. Frente a tamaña afrenta, que hiere lo más profundo de la condición humana, la reacción debe ser determinada y contundente. Porque no hay razón, ningún motivo es válido para aceptar la humillación y el sometimiento. Es intolerable, y no hay ninguna institución en una república que esté por encima de la dignidad de los ciudadanos.
Es el momento del grito, visceral y potente, que resuene en todos los rincones de la Patria. Un sonoro grito cuya voz hace eco en nuestras gigantescas montañas, recorre la ubérrima pampa, agita la fronda de nuestros montes y selvas y llevada por el viento patagónico, se expanda por nuestro inmenso Mar Argentino.
Ese ¡BASTA! exigido por millones de gargantas argentinas, orgullosas de nuestra épica historia, será escuchado por todo el continente, aquel en el que supo campear el coraje argentino, fraternal en defensa de la libertad. Tendrá que cruzar el océano y llevar al mundo la noticia de que los argentinos han despertado, como reclamaba Mallea. Que hay argentinos insomnes, desvelados que han logrado la proeza de romper el sortilegio y han encontrado, una vez más, en medio de la noche más oscura, la inspiración, la fortaleza y la confianza en los valores eternos de la Patría y están dispuestos a pelear por ellos.
¡BASTA DE MENTIRAS, DE PERSECUCIONES, DE AGRESIONES GUARANGAS A LA HISTORIA!
¡BASTA DE PROMESAS INCUMPLIBLES, DE SEMBRAR LA DIVISIÓN Y ENFRENTARNOS POR MEZQUINDADES!
¡BASTA DE TRAMPAS, DE PILLAJE, DE PANDILLAS ENCARAMADAS EN EL PODER!
¡LA PATRIA ESTÁ DE VUELTA! ¡VIVA LA PATRIA!
25 mayo 2022
¡Piu Avanti!
En el Día de la Patria, cuando la desesperanza cunde, cuando la derrota parece triunfar, recordemos el reclamo de Almafuerte y honremos nuestra historia:
¡Piu Avanti!
No te des por vencido, ni aun vencido,
no te sientas esclavo, ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo
que amaina su plumaje al menor ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua y no la implora…
Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!
¡VIVA LA PATRIA!