Hablando del Censo, ¿quien lo hará mejor: Obama o nosotros?
Dr. Hugo Oscar Ambrosi
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En esta época de tantos reclamos de coincidencias y de primacías con el nuevo Presidente de EEUU, es oportuno detenerse en las razones de la renuncia del propuesto Secretario de Comercio, el Senador Judd Gregg.
Ver: (http://www.nytimes.com/2009/
Además de las cuestiones relacionadas con el Plan de Rescate, aparece un tema que también tiene resonancias por estos lados. Se trata ni mas ni menos que de la situación del Bureau of the Census, el equivalente de nuestro vapuleado INDEC.
Resulta que ese organismo (el Bureau) está acéfalo y el nuevo director debe ser nombrado con acuerdo del Senado. ¿Cuál es la urgencia?
En el año 2010 se tiene que realizar el Censo Decenal, que se ha venido haciendo, sin solución de continuidad, cada 10 años como manda la constitución (la de USA, igual que la nuestra), desde 1790. Durante el siglo XIX se hicieron 10 Censos. Otros tantos durante el siglo XX. A pesar de todos los avatares que azotaron a esa sociedad en esos largos períodos. El próximo será el número 23 de esa serie ejemplar. ¿Y cual es el problema?
Durante el gobierno de Bush el Bureau sufrió diversos recortes presupuestarios. Y ocurre que el Senador Gregg fue uno de los más activos propulsores de cortar fondos al Bureau. Por ejemplo como Presidente del Comité que supervisa el presupuesto del Departamento de Comercio, él se opuso al pedido de fondos de emergencia para el Censo del 2000, que hizo el Presidente Clinton.
Actualmente, después de años de mal manejo y desfinanciación el Bureau está mal preparado para la tarea que le espera el año próximo. El 1 de abril de 2010, más precisamente.
El Congreso incluyó el Censo del 2010 como uno de las 13 cuestiones que requieren la inmediata atención del Presidente Obama. Ese operativo debe tomar en cuenta las minorías étnicas, los inmigrantes, los pobres y los discapacitados. Esos grupos tienden a no ser contados, con indeseables consecuencias para ellos y para los distritos donde residen.
Mientras tanto, ¿qué pasa en nuestro país? ¿Podemos encontrar también en este terreno un espacio para disputarle a Obama la supremacía ideológica?
Las autoridades preparan los fastos del bicentenario, pero nadie parece tener en cuenta que deberíamos hacer en el año 2010 el 10º Censo de nuestra historia. Eso de acuerdo a la Ley actualmente vigente que dispone que se realicen en los años terminados en cero. Aunque desde 1991 prevalece la alternativa no escrita de “hágalo cuando pueda”. De su aplicación resultó que el último Censo se hizo en noviembre del 2001. Un mes antes del fatídico colapso.
Es de público conocimiento que el INDEC lleva dos años de una situación irregular y conflictiva. El año pasado la superposición con el conflicto del campo, hizo que transcurriera el año sin más expresiones o planteos que los mensuales de los trabajadores y técnicos en ocasión del anuncio de los índices “domesticados”.
Si se visita la página del INDEC (http://www.indec.mecon.gov.
La oportunidad está abierta. Que la competencia por resolver los problemas de los organismos rectores de las estadísticas nacionales en los dos países desafíe la creatividad y estimule la decisión necesaria. Los dos organismos llegan a las vísperas del Censo en muy malas condiciones. Quien lo resuelva mejor, prestará un servicio patriótico a las instituciones nacionales y tendrá el beneficio agregado de postularse honestamente como ejemplo a seguir, salvadas las inevitables diferencias de idiosincrasia nacional y de historia censal.
